Bariloche espera la Navidad con los brazos abiertos: la ciudad vivió el encendido de las luces del árbol gigante en el Centro Cívico ante más de 6.000 personas, que también disfrutaron de la llegada de Papa Noel y un concierto de la Filarmónica. Será un mes cargado de actividades vinculadas a las fiestas y con la premisa principal de posicionar a la ciudad como destino para recibir la Navidad y el año nuevo.

El último fin de semana largo del año antes de las fiestas generó una alta ocupación hotelera en la ciudad, con un 70% de la capacidad cubierta en los hoteles de 4 y 5 estrellas y un 52% en los de tres estrellas. Y el espíritu navideño fue uno de los motores de tracción para los visitantes que principalmente llegaron del Alto Valle, Neuquén y Chile.

Junto al árbol navideño se instaló este año una figura de renos con Papá Noel y la gran caja para mirar regalos, además se colocó una iluminación y decoración alusiva a las fiestas en todos los edificios que rodean al árbol en la plaza Expedicionarios del Desierto, al igual que en las calles Mitre, Onelli y la Costanera.

Previo al encendido de las luces, la Filarmónica de Río Negro realizó su presentación en el escenario montado frente a la Regional de Policía, donde también se actuó la Compañía Del Otro Lago, con la dirección general de Silvana Grill y la orquesta en vivo de Ramiro Gallo.

El fin de semana próximo será el turno de la Cantata Navideña y la Navidad Coral (en la Iglesia Catedral). En paralelo a las actividades del Centro Cívico, en los barrios 2 de Abril y Malvinas también se instalaron árboles navideños con luminarias especiales, junto al tradicional árbol de la familia Caspani a orillas del Nahuel Huapi en la zona del Ñireco.

En la ciudad de Bariloche la magia no solo baja por las chimeneas, sino también por los ríos de la montaña y por las laderas de los cerros. Hay regalos de la Naturaleza en playas donde solo se puede llegar a través de un kayak; y sensaciones tan increíbles como volar entre los árboles, incluso más rápido que Papá Noel en su trineo. En Bariloche, la Navidad es un sueño hecho realidad.