Los grandes parques de la Ciudad están cada vez más cerca de poder contar con bares, luego de que se aprobara en la Legislatura la iniciativa impulsada por el legislador por el Pro José Luis Acevedo.

El permiso para la habilitación se dará por cinco años, y sólo podrán instalarse en espacios de más de 50.000m2 –el equivalente a cinco manzanas-; superficie con la que cuentan, por ejemplo, los parques Indoamericano, Saavedra, Centenario, Chacabuco, Las Heras o Avellaneda.
Si bien, el proyecto ha mutado considerablemente desde su primera propuesta en el 2008, el PRO superó por dos votos los 31 que eran necesarios para que sea aprobado el proyecto. Quienes estuvieron a favor fueron la bancada de los macristas, la UCR, la Coalición Cívica -menos Rocío Sánchez Andía-; María América González, de BApT, y el presidente del bloque de Proyecto Sur, Julio Raffo.
Durante este período, el PRO tuvo que ceder con la idea de dar concesiones y reducir la posibilidad de instalar los bares sólo a los grandes parques; dos medidas con las que contaba la propuesta original. Sin embargo, la norma deberá ser ratificada por una Audiencia Pública, en la que participarán los vecinos.

Esencia
En tanto, la norma establece que por espacio verde, se podrán establecer hasta dos locales gastronómicos -que deberán tener como máximo veinte metros cuadrados- y sus respectivos baños públicos. Además, las áreas de servicios contarán con una biblioteca,  de 130 m2 – que incluyen un amplio sector descubierto, donde habrá sillas y mesas-, y un área de cinco metros cuadrados, en el que podrán tocar músicos callejeros, pero estará prohibido el uso de parlantes.
A su vez, los concesionarios, a cambio, tendrán que hacer bicicleteros y estaciones saludables, donde personal de la Ciudad de Buenos Aires informará sobre nutrición y dará información sobre cómo tener una vida saludable.
“Sólo se admitirá el proceso de calentamiento mediante horno a microondas y/o eléctrico al efecto de promover la producción de energía limpia e incentivar la prevención de impactos negativos sobre el medio ambiente”, señala la ley.

Podrán imitarnos   
Aunque la norma se dispuso que los bares en espacios públicos, no podrán estar a menos de cincuenta metros de la vía pública, para evitar que compitan con los que ya están establecidos en las calles, desde la AHRCC el clima no es el mejor.
“Estén a cincuenta o cien metros, van a competir igual y aún en mejores condiciones. No es lo mismo cruzar la calle para tomar algo, que sentarse en el paseo. La gente va a preferir la cercanía”, señaló el vicepresidente de la AHRCC y titular de la Cámara de Restaurantes, Camilo Suarez; quien, además, remarcó: “No creo que un parque o paseo público ofrezca las mismas condiciones de higiene que un establecimiento común. Va a ser muy difícil asegurar la higiene”.
Asimismo, el dirigente agregó: “Estamos a favor de juntar fuerzas entre publico y privado; trabajando todos para mejorar la ciudad. Hay que tener conciliación con los comerciantes que traen un esfuerzo sobrehumano, sosteniendo establecimientos con sueldos, impuestos, y ahora van a encontrarse con un nuevo competidor”.
Por otra parte, el diputado Alejandro Bodart (MST- Nueva Izquierda) señaló: “El Pro ve espacios vacíos donde nosotros vemos plazas”; y añadió: que “la gestión que lidera el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ve como peligroso las plazas y cualquier espacio ocioso donde la gente se distiende, porque la participación social parecería asustarlos”.
En tanto, la legisladora porteña Gabriela Cerruti criticó la normativa al considerar que “no otorga ningún tipo de control sobre a quien se le da el permiso. Todo indica que está armado para dárselo a alguien conocido porque es una adjudicación directa, no licita,  por ende no hay ningún tipo de control, se pueden renovar cada cuatro años y así es como tenemos concesiones que tienen 20 años en la ciudad, pagando cánones ridículos”.

Pioneros y legendarios
La historia de bares y restaurantes establecidos en espacios verdes tiene una larga trayectoria; por ejemplo, la cervecería alemana Munich, localizada en Puerto Madero, y diseñada por el  arquitecto húngaro Andrés Kalnay, que tuvo como habitúes a Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios, Alfonsina Storni, Belisario Roldán y a Juan Manuel Fangio.
Otras iniciativas similares en el mundo se pueden encontrar: en Central Park, Nueva York, en donde las concesiones son manejadas por la asociación que se encarga del mantenimiento del parque; y el Bosque de Chapultepec, en México DF, en donde las plazas comerciales concentran la oferta gastr