Según se baraja desde los medios de comunicación, para esta temporada de verano el 80 por ciento de los comercios de la Costa Atlántica en la provincia de Buenos Aires no aceptará pagos con tarjeta de crédito sino que se priorizaría el pago con dinero en efectivo. Pero, según representantes de la FEHGRA, esta información fue tergiversada y generalizada erróneamente por la prensa por señalarlos como culpables de avalar este tipo de medidas, fomentarlas o incluso anunciarlas como verídicas. Lo cierto es que la entidad emitió un informe que detalla las dificultades impositivas que poseen los comercios de la costa, especialmente a partir de la utilización de las tarjetas de crédito como medio de operación. 
Así, de desató una ola de preocupación en torno a cómo se financiarán las vacaciones en la entrante temporada de verano.

Cuna del desencuentro
Cada vez que se acerca la temporada de verano, lejos está de llegar la paz y recreación a la Costa Atlántica de Buenos Aires. Sucede que existe una puja entre comercios hotelero-gastronómicos y las emisoras de dinero plástico, ya que éstas les cobran altísimas comisiones por la prestación del servicio. Usualmente, ese monto ronda el 3 por ciento de lo vendido, lo cual levanta quejas de los establecimientos por suponerlo un valor por demás elevado, teniendo en cuenta que en países como Estados Unidos o sectores de Europa  no supera el 0,5 por ciento. 
Pero, para sumarle aún más calor al verano, las empresas sufren también por la fuerte imposición de impuestos y, como si se tratara de un efecto dominó, el último eslabón dañado es el turista. 
Según informó también la Agencia de Recaudación de la Provincia son muchos los servicios que se ven afectados por esta “guerra” explícita que desemboca en el rechazo de plásticos y que en efecto golpea de lleno a las tarifas: balnearios, restoranes, paradores y locales más pequeños como regalerías, rotiserías, lavaderos de ropa, almacenes, bazares o heladerías.
Por lo tanto la mayoría de los veraneantes se manejará con dinero en efectivo o con tarjeta de débito, instrumento que los negocios están obligados a aceptar por ley ya que los clientes perciben el 5% de devolución.
Una de las consecuencias de la no aceptación del plástico es que el turista debería recurrir con mayor frecuencia a los cajeros automáticos, escasos de por sí en las zonas balnearias, para lo cual es necesario armarse de paciencia para soportar largas colas.

Una guerra que da pérdidas
Por el momento algunos negocios ya pusieron sumas mínimas a partir de las cuales permiten abonar con tarjeta de crédito, pero en la mayoría de los casos superan los 100 pesos y obligan, en cierta medida, a los clientes a redondear hacia arriba sus compras. Pero, de cualquier forma, el consumidor final es el que termina la cadena de pérdidas, incluso al perjudicar la posibilidad de obtener cuotas como forma de financiación o beneficios o descuentos específicos de cada tarjeta. 

Los comercios, furiosos
Según un informe realizado por la FEHGRA, los costos impositivos que afectan al sector, sumado al gasto de operar con tarjeta de crédito ronda entre el 10 y el 20 por ciento, según la jurisdicción en cuestión, y de estar o no en el padrón de riesgo fiscal.
Así, bares, hoteles, restaurantes y diferentes tipos de comercios deben contemplar costos como el arancel de la tarjeta de crédito, pasando por el IVA, retenciones a Ingresos Brutos, tasas financieras, impuesto a los débitos y créditos, entre otros.
Esto encendió las quejas de sus socios, quienes les informaron sobre su disconformidad e imposibilidad de trabajar de manera distendida habiendo plástico de por medio. Por eso, FEHGRA adelantó que algunos locales de la Costa podrían no aceptar el pago con tarjeta. Pero, esto no debe confundirse y expandirse a la generalidad. 
Consecuentemente, los empresarios piden una menor comisión y el pago de un IVA diferencial que se aplica en el resto de América Latina a este tipo de servicios. 

Efectos contraproducentes
Tal como expuso Rafael Miranda, el planteo original de FEHGRA se basa en que “el gobierno o los fiscos tratan de que se bancaricen todas las operaciones pero lo que logran es desalentar al sector con más carga tributaria”. 
En concordancia con estas palabras, el informe publicado por la entidad, percata: “Cuando todo tendría que apuntar a la mayor bancarización de las operaciones, los distintos fiscos, el nacional primero y los provinciales detrás, imponen diversos regímenes de retención, generando además el padrón de Riesgo Fiscal, que aún cuando por su título no debería afectar al cumplidor, su incorporación es muy frecuente, aumentando considerablemente Ingresos Brutos y generando saldos a favor de imposible recupero”.
Y agrega: “Lo más claro es mirar una liquidación de cualquier tarjeta de crédito donde en cada lote se ven cuatro ítems, la comisión; IVA; Ganancias e Ingresos Brutos, y luego su neto acreditado en la cuenta bancaria vuelve a padecer el Impuesto a los Débitos y una nueva retención de Ingresos Brutos, el Sircreb. Algo inimaginable en cualquier otro país”.

Que quede claro
Al respecto de la confusión de los medios en apuntar con el dedo a FEHGRA por alentar o apoyar, al menos, que los comercios de la costa tomen una postura reacia al plástico, Eduardo Palena, presidente de la Filial Mar del Plata de FEHGRA, especificó que “la versión de que en la costa no se iban a recibir tarjetas de crédito es una postura que nadie tiene abiertamente, exceptuando algunos casos, por supuesto. Se trata, además, de una política comercial errada, no lo promovemos en lo absoluto”. 
“No avalamos esto, también por la imposibilidad del turista de pagar en cuotas, ya que debería entonces llevar una carga de dinero en efectivo irracional, lo cual resulta no sólo una incomodidad sino también un riesgo”, agregó Palena.  
Y, por su parte, Rafael Miranda, añadió: “Algunos medios de prensa probablemente quisieron darle más énfasis a sus notas poniendo en nuestra boca palabras que no dijimos, y la información se tergiversó. No apoyamos esto, pero sí entendemos que es una locura a lo que nos están condenando con los costos”. 


Aclarando el panorama
Si bien FEHGRA a través de un informe detalló las presiones impositivas y trabas fiscales que atosigan a los comercios del partido de la Costa a través, principalmente, de la operación con tarjetas, los medios de comunicación señalaron a la entidad como la precursora de que los comercios tomen tal medida. Pero, para derribar ese mito, Rafael Miranda, vicepresidente de FEHGRA, explicó: “Lo que estamos haciendo el planteo del elevando costo tributario de las tarjetas de crédito, y la alta comisión que se les impone a los comercios, sumando ingresos públicos, IVA y demás”. 
Y completó: “Sí algunos locales pueden llegar a tomar como medida rechazar tarjetas de crédito, y anunciamos que esto podría llegar a pasar, pero quiero dejar bien claro que nosotros nunca lo alentamos ni pedimos que se actúe de esta manera”.