Apocas semanas de celebrarse una nueva Semana Santa, que volverá a movilizar al turismo nacional, viene a cuento recordar la importancia que como tal tiene el Turismo Religioso.  
Según el Ministerio de Turismo argentino, se trata de “una modalidad de viaje que tiene como principal motivación la fe, la devoción, la creencia, la espiritualidad de los diferentes credos e incluso el interés por visitar las distintas expresiones de arte sacro, incluyendo, además de la visita a lugares sagrados, la participación en celebraciones para descubrir su esencia religiosa, los mensajes que transmiten, el valor histórico y la belleza artística de los mismos”.
Según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), entre 300 y 330 millones de turistas visitan cada año los enclaves religiosos más importantes del mundo, sumando aproximadamente 600 millones de viajes.
Para Taleb Rifai, Secretario General de la OMT: “El turismo religioso puede convertirse en un valioso instrumento para concientizar sobre la importancia de salvaguardar el propio patrimonio y el de la humanidad, y puede ayudar a conservar estos importantes enclaves para las generaciones futuras”. 
Como ejemplo vale mencionar que en España el segmento del Turismo Religioso aporta un 2,17 por ciento al PIB.

Difícil competir contra tamaña magnitud. Sin embargo, Argentina cuenta en su haber una amplísima oferta en materia de religiosidad: circuitos por templos e iglesias históricas, Vía Crucis, rituales tradicionales y mucho más. Nuestro país se erige en la región como una referencia en la materia. 
Veamos algunas de las celebraciones más relevantes que invitan a recorrer las provincias argentinas, y también los destinos cercanos que se perfilan como los preferidos para quienes aprovechan el fin de semana largo para descansar fuera de nuestras fronteras.

Tucumán
Construido en 1968, el Museo de Arte Sacro nació como museo de la iglesia Catedral. Las piezas que se exhiben en las distintas salas reflejan la historia y el arte de la iglesia católica y de la sociedad tucumana desde el siglo XVII: pinturas, esculturas, platería, ornamentos, mobiliarios, etc. El objetivo de su creación fue rescatar las piezas artísticas de distintas iglesias y capillas que con el Concilio Vaticano II quedaron en desuso, para preservarlas y darlas a conocer a las futuras generaciones.
De su patrimonio se destaca el antiguo óleo altoperuano que representa a Nuestra Señora del Rosario de Pomata y la pintura neoclásica de la Conversión de San Pablo; la imagen de San Francisco de Paula del período colonial, hecha en madera; una Casulla bordada del siglo XVIII que perteneció a la iglesia de Santa María Magdalena de la Compañía de Jesús en Tucumán y un reclinatorio que fue utilizado por el Papa Juan Pablo II durante su visita a Tucumán en el año 1987.
Realizar el Circuito de las Yungas es otra de las opciones. Incluye, por ejemplo, la visita a la Parroquia Nuestra Señora del Valle (Yerba Buena). O el Cristo Bendicente, magnífica obra  que fue realizada por el célebre escultor tucumano Juan Carlos Iramain. Desde entonces el Cristo significó el aporte de una fisonomía propia de la montaña, en una actitud protectora a todo lo que se despliega en el llano.
Otro evento llamativo es la representación de la Pasión de Cristo, en Tafí del Valle: es una obra conmovedora en un escenario de valles y cerros digno de ser conocido. La Pasión revive las últimas horas de Cristo y se realiza al aire libre en un entorno natural que le otorga un gran realismo a la escenificación, representada por 30 actores del elenco de la Fundación Teatro Universitario y más de 100 lugareños. 

Córdoba
La Ruta Turística del Cura Gaucho, uno de los flamantes atractivos que ofrece la provincia, invita a conocer los pasos del Cura Brochero, santificado en Roma por el Papa Francisco el año pasado. Ese recorrido pasa por Villa Santa Rosa de Río Primero, la ciudad de Córdoba,  Villa Cura Brochero y Traslasierra, donde llevó adelante su obra. El recorrido se caracteriza por su significación espiritual, además de la belleza urbana y paisajes naturales imponentes. La ruta, que se propone bajo el nombre de “Huellas del Cura Gaucho”, está dividida en tres etapas niñez, formación y obra del Santo cordobés.
El primer tramo, por ejemplo, se conoce como “Huellas de Brochero en Villa Santa Rosa de Río Primero”, la tierra que lo vio nacer, crecer y forjar su destino. Se guardan los primeros lugares que transitó. Ya de sacerdote retornó varias veces a la Villa, no sólo a visitar a su familia, sino a brindar ejercicios espirituales y a promover la educación religiosa de la zona, una constante en su vida.
Dividido en seis puntos, el recorrido incluye, entre otros, la visita  por el Colegio Santísima Rosario, que el Cura Brochero ayudó a terminar consiguiendo fondos del Gobierno Provincial. Él mismo lo inauguró y bendijo sus aulas. En la Placita Vieja (recientemente nombrada Plaza Cura Brochero), por caso, se encuentra una representación de la Primera Capilla de la Villa, donde bautizaron al cura. Cómo no mencionar el balneario “El Milagro”, donde recibió su primera señal milagrosa a la que respondió convirtiéndose en sacerdote años más tarde. Existe la posibilidad de visitar la casona donde nació, declarada Monumento Histórico Nacional en 1976, también funciona como el “Museo Casa Natal Cura Brochero”.

Puerto Madryn
Cada Semana Santa la ciudad chubutense ofrece a locales y turistas vivir una experiencia única: el Vía Crucis Submarino de Puerto Madryn. el único en el mundo con estaciones submarinas. 
La procesión empieza en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, frente a la Plaza San Martín, y recorre ocho estaciones en distintos puntos de la ciudad hasta llegar al Muelle “Comandante Luis Piedra Buena”. Ahí, el sacerdote, la cruz y los seguidores buzos siguen bajo el agua por seis estaciones más, mientras que el resto de la congregación, desde la orilla, en kayaks, veleros o pequeñas embarcaciones, los mira y participa desde la superficie.
Lo particular de este evento es que, en las últimas estaciones, un sacerdote o un laico consagrado relata el camino de la cruz debajo del agua, a través de un hidrófono, mientras la cruz es transportada por buzos profesionales y deportivos. La procesión submarina finaliza con la salida a la playa del sacerdote y la cruz, donde el público los espera junto a una fogata, cantando y portando velas con tulipas.

Tandil
Si bien durante el año es visitada por miles de turistas, durante Semana Semana Santa la ciudad se transforma en un símbolo. Fieles llegados desde todos los puntos del país la transforman en el principal punto religioso para recordar la pasión de Cristo en la provincia de Buenos Aires. Esta elección de la grey católica está relacionada con el emplazamiento, en la década del 40, de una enorme cruz con su correspondiente Cristo en un cerro que fue bautizado como “Calvario”. Alrededor de su cruz de mármol de 22 metros de altura, año a año se produce una de las mayores manifestaciones de fe cristiana en el país. 

Tilcara y Yavi, Jujuy
También en Semana Santa, el pueblo jujeño saca a relucir su atractivo religioso. El miércoles por la noche parte una multitudinaria peregrinación hacia el Santuario de la Virgen de Copacabana y Punta Corral, la que es llevada hasta el pueblo por cientos de fieles y bandas de sikuris. Mientras tanto el Viernes Santo se realiza el Vía Crucis por las calles del pueblo por estaciones realizadas con semillas, flores secas y frutos en obras de arte llamadas “ermitas”. 
El sábado se realiza la procesión con la Virgen de los Dolores y la solemne Vigilia Pascual en la Iglesia local, donde se bendice el fuego, los cirios y el agua.
En Yavi, el Viernes Santo ofrece un sobrecogedor acontecimiento de religiosidad popular. Su histórica iglesia, con su altar de oro, se transforma en el centro de la celebración. En su interior se presenta el Monte Calvario con un Cristo de brazos articulados que, luego de la celebración de la Pasión, es desclavado y colocado en un sepulcro, iniciándose una de las tantas procesiones que se realizan hasta el alba del día siguiente.

Misiones 
Fiel testimonio de la antigua vida cultural de la región, el circuito de Ruinas Jesuíticas inserto en la provincia permite conocer paso a paso la historia de la colonización y evangelización en la conquista europea. El recorrido hace escala en más de un sitio donde las ruinas aún dominan el paisaje. Todas merecedoras de ser conocidas, las distintas reducciones (pueblos integrados por comunidades indígenas reunidas para ser catequizadas) invitan a viajar en el tiempo para vivir en carne propia aquellos acontecimientos. San Ignacio Miní es la más destacada y reconocida de todas, constituyéndose en un muestrario de la epopeya de los jesuitas, hasta su expulsión  después de 200 años de evangelización y educación en tierra misionera. Construidas en 1696, sufrieron una gran destrucción en 1817, y fueron restauradas en forma total en la década de 1940. Desde 1984 son Patrimonio Mundial de la Humanidad d ela UNESCO. La reduccion de Nuestra Señora de Loreto se destacó por tener la primera imprenta americana y una importante biblioteca y la Capilla de la Virgen de Loreto. Por otro lado Santa Ana conserva uno de los más voluminosos vestigios arquitectónicos.

Salta
La celebración de Semana Santa es donde resalta el sentido regional; los actos toman un hondo sentido popular y católico, con los diversos Vía Crucis, entre ellos los más significativo son los Vallistos, especialmente en Seclantás, con más de 100 personas en escena y Crucifixión en un Cerro Natural, o también el Vía crucis procesional con antorchas y misachicos del pueblo de San Carlos. La Quema de Judas, la Lectura del Testamento, y el Sermón de las 7 Palabras (único en el país), se realizan en Cachi y San Carlos. 
Los actos litúrgicos de Salta Capital, son similares a España, especialmente en la Iglesia Candelaria de la Viña, con el Velatorio el Viernes Santo, del Cristo Yacente, el Cristo articulado puesto en el Altar Mayor, donde se realiza la celebración de la palabra y adoración de la Cruz, en profundo sentido religioso. Similar actividad se realiza en la Iglesia de la Merced. La representación escénica destacada la tiene Chicoana con más de 120 personas en escena, recreada en un ambiente natural y concentra a más de 2.000 personas entre turistas y salteños que la visitan con gran devoción.