Las provincias del litoral argentino están comenzando a tomar dimensión de la importancia de los cruceros fluviales para la industria turística y firmaron un acuerdo para fomentarlo.

El Ministerio de Turismo de la Nación y las provincias litoraleñas de Santa Fe, Corrientes, Misiones y Entre Ríos están movilizándose para activar una vertiente turística que no ha sido explotada aún en nuestro país: el turismo fluvial. Por eso, el jueves 8 de junio rubricaron una iniciativa para el desarrollo del Corredor Turístico Fluvial del Litoral en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, con la presencia del ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, y de las autoridades gubernamentales y de las carteras turísticas provinciales.
Este proyecto será financiado a través de aportes de los gobiernos de esas provincias, del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y del “Programa de Desarrollo de Corredores Turísticos” del MINTUR, que cuenta con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “Es una propuesta que generará gran dinamismo económico en la región, impactante, sustentable, y con un inmejorable perfil federal en cuanto a la generación de empleos y distribución del ingreso”, señaló Santos.
La inversión tendrá como objetivo desarrollar las obras de cinco terminales portuarias para la recepción de cruceros y, según sostiene el acuerdo firmado, apuntará “a incrementar el gasto turístico, mejorando el aprovechamiento turístico espacial y temporal de las Áreas Protegidas (APs) y sus destinos asociados, mediante el apoyo a la estructuración de productos turísticos, fortalecimiento institucional y mejora de la gestión ambiental, financiando la generación de un grupo de obras estratégicamente ubicadas que permitirán la articulación de los corredores en torno a productos/circuitos innovadores”.
El Plan de Turismo Fluvial impulsado desde el Ministerio de Turismo de la Nación está planteado para la hidrovía Paraná-Paraguay (seis tramos, 2365 kilómetros de extensión, siete provincias involucradas) y a esa cuenca se sumará el río Bermejo. Está diseñado en tres ejes: cruceros fluviales, catamaranes fluviales y desarrollo costero. En relación a estos dos últimos ejes, ya se han relevado más de treinta localidades: Campana, Zárate, Baradero, San Pedro, Ramallo y San Nicolás (Buenos Aires); Santa Fe y Rosario (solo puertos, Santa Fe); Diamante, Paraná, Villa Urquiza, Pueblo Brugo, Hernandarias, Piedras Blancas, Santa Elena y La Paz (Entre Ríos); Esquina, Goya, Bella Vista, Empedrado, Corrientes, Paso de la Patria, Itatí, Itá Ibaté, San Antonio, Apipé e Ituzaingó (Corrientes); Posadas, Candelaria, Santa Ana, San Ignacio, Puerto Rico, Montecarlo, Puerto Libertad y Puerto Iguazú (Misiones)
 
Los cinco puertos
Las terminales que serán desplegadas para fortalecer el producto turístico “Cruceros fluviales con servicio a bordo”, fueron seleccionadas de manera Intersectorial Nación, Provincias, Municipios, Administraciones de Puertos y Técnicos del BID, quienes evaluaron cuáles serían las elegidas que recibirían Cruceros, Catamaranes y Turismo Náutico Recreacional. Las seleccionadas fueron Rosario y Santa Fe (ambas en la provincia de Santa Fe), La Paz (Entre Ríos), Corrientes (Corrientes) y Posadas (Misiones). En cuanto al financiamiento de parte del BID, la República Argentina obtuvo un préstamo del Banco Internacional de Desarrollo (BID 2606/OC-AR) en octubre de 2012 y la tipología de obras a financiar por el referido empréstito están relacionadas con “la recuperación y puesta en valor de atractivos naturales e histórico-culturales, centros de visitantes e interpretación turística, senderos interpretativos y redes de refugios, centros de rescatistas y subcentrales de incendio, muelles y marinas, grupos sanitarios, portales de acceso y de control, aparcamientos y otras infraestructuras disuasorias”. Sin embargo, para la realización de las obras mencionadas será necesario que previamente sean elaborados los cinco proyectos ejecutivos de las terminales fluviales.
“Desde el punto de vista turístico, con estas obras se verá diversificada la oferta local, reduciendo la estacionalidad, como así también se generarán nuevas fuentes de empleo, evitando el desarraigo de los jóvenes y se impulsará el desarrollo de empresas del sector náutico, alcanzando una adecuada distribución socio-económica”, reza el acuerdo alcanzado intersectorialmente.
Muchos interesados
Más allá del interés por recuperar la infraestructura y construir puertos fluviales, no es lo único que se está moviendo. Las empresas de servicios de cruceros están poniendo el ojo en esta oportunidad, convirtiendo esta experiencia no sólo en un desarrollo del mercado local, sino dándole un carácter regional e internacional. Hay mucho interés de parte de Uruguay para incursionar en el turismo fluvial en combinación con la Argentina  y desde el 8 de septiembre del año pasado, cuando se firmó un convenio entre las autoridades del puerto de Rosario y el de Colonia, ambas partes se mostraron optimistas en la opción de contar con un nuevo servicio que las una. La idea original es plantear un crucero con capacidad para 100 o 120 personas que una a las ciudades, para que Rosario tenga conexión fluvial con Colonia y Montevideo al igual que lo hace Buenos Aires en la actualidad a través de los servicios de ferry. Una de las empresas que están sopesando la posibilidad de disponer de una embarcación que cubra esa ruta es Colonia Express, en su caso con un catamarán fluvial, como el que desde 2007 une Uruguay con la capital argentina.
Según se estima, de cerrarse el negocio, la compañía contaría con embarcaciones de 105 metros de eslora con, al menos, tres niveles de servicios a bordo y los pasajeros podrán hacer las combinaciones que deseen para ascender y descender en cualquiera de las cuatro ciudades por las que pasará el crucero: Rosario, Buenos Aires, Colonia y Montevideo.
Por otro lado, se está intentando seducir a inversores del extranjero, tal como confirmó hace poco más de dos meses el embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro, a Mensajero, cuando expresó que “la gente del Puerto de Buenos Aires vino a verme a fines del año pasado. Gonzalo Mórtola, el interventor de la Administración General de Puertos se reunió conmigo para avanzar en el asunto. Están realizando presentaciones conjuntas con el Puerto de Montevideo para desarrollar el trabajo con las compañías de cruceros en la feria Seatrade de Miami. Porque, cuando trabajás con empresas internacionales, al que viene a esta parte del continente le conviene tener distintas alternativas, y ofertas que sean competitivas”.
 
¿Cómo funciona en el mundo?
Los barcos que realizan las rutas fluviales en los diferentes puntos turísticos del mundo tienen como principal característica sus dimensiones. A diferencia de los grandes cruceros marítimos, estos son más pequeños, lo que les da un toque de exclusividad para la atención de sus clientes y desenvolvimiento de sus servicios. Podría decirse que son a los cruceros lo que los hoteles boutique a la hotelería.
El año pasado se habló del auge de los cruceros fluviales, cuando la CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Cruceros) anunció que se incorporarían a empresas pertenecientes a esta entidad 18 nuevos barcos que se sumarían a los 169 que ya surcaban los ríos. “Las recientes inversiones en nuevos barcos y la amplia oferta de servicios e itinerarios, está haciendo que los viajeros estén optando por este tipo de Turismo como una opción ideal para disfrutar de unas vacaciones perfectas”, había afirmado el vicepresidente y director de operaciones de CLIA en Reino Unido e Irlanda, Andy Harner. Actualmente se está ampliando el número de cruceros fluviales y se calcula que este año llegarán a ser 197.
Los destinos más atractivos
La posibilidad que brindan los cruceros fluviales de realizar travesías “únicas e íntimas”, a diferencia de las moles que surcan los océanos, también fue alimentada por la creatividad de los empresarios a la hora de vender estos productos.
Todos los continentes tienen una ruta más que interesante para recorrer vía río. Una de las más curiosas es el Nilo, uno de los ríos con mayor historia. Con más de 6.000 kilómetros de longitud, este río africano regala postales de templos antiguos, bosques y montañas. La empresa Avalon Waterways ofrece un crucero fluvial de nueve días desde El Cairo a través de 5.000 años de historia. El río Mekong, en el Sureste asiático ofrece cascadas, rápidos, curvas, cambios constantes en los niveles de agua. Tailandia, Vietnam, Camboya, Laos y Myanmar son recorridos por la naviera fluvial de híper lujo Aqua Expeditions recorre este histórico cauce con el Aqua Mekong, solo para 40 pasajeros. Ya en Europa, ríos como el Danubio o el Rin son recorridos por cruceros de las compañías más grandes del mundo, como Crystal Cruises, que ofrece sus embarcaciones Mozart y Bach, respectivamente, haciendo juego entre las ciudades que toca y los nombres de los importantes compositores que las habitaron.
En América, los más notables cruceros se encuentran en el Mississippi, en Estados Unidos, donde se hace un recorrido que a cualquiera le recordaría a Tom Sawyer y a su amigo Huckleberry Finn, creaciones de Mark Twain, mientras que en Sudamérica la apuesta más grande está en el Amazonas. En este último caso, Seabourn es la compañía que combina la magia del agua dulce y el agua salada con un crucero de 15 días por el emblemático río más largo del mundo y las islas del Caribe junto con excursiones por la selva.
Ventajas y desventajas
El transporte fluvial puede ser negocio en tanto que es mucho más seguro, versátil y barato que otros medios de transporte, aunque en la Argentina hay ciertos inconvenientes para dar el primer paso  ya que, por un lado, se necesitan empresas con barcos de nacionalidad argentina, debido a que ningún buque de bandera extranjera puede tomar carga en un puerto argentino y llevarla con destino a otro puerto nacional, aunque en 2004 el entonces presidente Néstor Kirchner otorgó mediante el decreto 1010 la posibilidad de que barcos de bandera extranjera realicen este tipo de movimientos con la condición de que la tripulación sea argentina. Otro detalle que puede dificultar esta actividad es la carga tributaria y regulaciones que pueden encarecer el pasaje. Sin ir más lejos, para esta actividad la presión tributaria argentina triplica a la paraguaya.