El Previaje y el balance de los operadores
Mensajero dialogó con algunos referentes del sector y recopiló opiniones sobre un programa que dejó un sabor agridulce.
El miércoles 14 de septiembre finalizó el Previaje y desde el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación señalaron que el nivel de ventas superó las expectativas. De hecho, puntualizaron en que un día de carga de comprobantes equivalió a una semana entera de la segunda edición y que a partir del programa van a viajar cerca de un millón de personas en temporada baja (ver nota).
Esta tercera entrega estuvo marcada por una mezcla de aspectos que dejaron buenas y malas impresiones en el sector privado. Es que así como tuvo sus aspectos positivos (como la posibilidad de ofrecer paquetes para una época del año en la que el flujo turístico es menor), el cierre anticipado del plazo de venta despertó opiniones variadas entre los operadores mayoristas.
Las ventas
Rodolfo Améndola, CEO de Amichi, destacó que a la compañía le fue bien, porque “el Previaje acelera algunas decisiones”. Asimismo, recordó que así como en un principio el programa estuvo pensado en reactivar la industria, en esta tercera edición no hubo grandes sorpresas: “Que haya cerrado antes de lo previsto no es un problema grave. Las reservas se mantienen sostenidas y en definitiva la hotelería y la gastronomía en este momento no están en crisis, así que la suspensión no le está haciendo daño a nadie”.
Andrés de RossiA su vez, Andrés de Rossi, director general de Ola, calificó como “excelente” la primera semana del Previaje, que contó con números históricos: “Comparado a los últimos años, fue la mejor semana de ventas en Argentina, superando a algunos períodos de anteriores ediciones de Previaje. Y la otra fue un poco más tranquila, dado que ya no había tanta disponibilidad en hotelería y aéreos”.
Por su parte, Rodolfo Bor, presidente de Opciones Argentinas, indicó que en lo que duró el Previaje, las ventas se concretaron en una cantidad importante. Sin embargo, planteó que “habría que analizar lo que se dejó de vender durante los cuatro meses desde que se anunció el programa, porque la gente demoró, retrasó y en muchos casos no concretó esperando el Previaje".
Rodolfo BorLa dulce espera
Bor sostuvo que en ese lapso de tiempo entre el anuncio y el comienzo del Previaje, el nivel de ventas bajó, y que habría que hacer un balance para ver si, en contrapartida con la comercialización programa, el saldo es favorable: “Tiene que dar positivo, pero no tanto como si uno mirase solamente los números de estos pocos días que duró el Previaje”.
“Estamos bien posicionados para tener una venta criteriosa, y la tuvimos. Pero la pudimos haber repartido mucho mejor en estos cuatro meses, además del caudal que se generó en estos días”, añadió.
Améndola opinó que si bien hubo quienes especularon con la salida del programa y postergaron el viaje, no se notó la diferencia: “Estuvimos con una venta sostenida antes del Previaje; y cuando lo lanzaron, explotó. De hecho, antes de la oficialización de la edición 2022 habíamos duplicado los números de 2019 en volumen de pasajeros”.
A su turno, De Rossi manifestó que si bien no hubo una baja significativa, sí se notó que hubo un público que se encontraba a la espera del Previaje: “Con el pasar de los meses y sin el lanzamiento del programa, mucha gente fue concretando el viaje. Había una demanda retenida, pero con el pasar del tiempo se fue desinflando”.
No va más
Un aspecto de esta edición que generó desconcierto en el sector fue el cierre anticipado del plazo de ventas como consecuencia de haber alcanzado el presupuesto estipulado.
El director general de Ola explicó que la determinación afectó particularmente a la operación: “Si bien impactó en el nivel de venta, porque cayeron una vez que se canceló, fue más que nada a nivel administrativo, porque había que cerrar todo en un día y estábamos a contrarreloj”.
Por su parte, el CEO de Amichi manifestó que la medida derivó en que el nivel de ventas fuera un poco más “tímido” que en las ediciones anteriores y que el cierre anticipado no fue una sorpresa: “No afectó a nadie, ni a operadores, ni a prestadores, que recuperaron bastante la actividad, porque era un sector muy castigado”.
En contrapartida, el presidente de Opciones Argentinas expresó su enojo por el corte abrupto, que derivó en una exigencia por parte del público: “Sí, es un buen programa, pero necesitás gente capacitada para poder implementarlo y que no terminemos nosotros haciendo un trabajo para que la gente nos cachetee porque no llegamos a tiempo. Lo que hicieron con la implementación y cómo lo manejaron fue un mamarracho”.