Vacaciones en el paraíso
Enclavada en la Cordillera de los Andes, Villa Pehuenia es una aldea de montaña con apenas 21 años de vida turística y administrativa. Se trata de un destino donde los secretos de sus bosques, lagos y ríos son el escenario predilecto y elegido especialmente por la tranquilidad que reina a su alrededor.
En este bello lugar destacado por la cordialidad y hospitalidad de su gente, por sus calles de tierra y bosques de araucarias, guardan la sencillez de una villa natural de montaña. Es parte del ritual de todos los turistas que visitan Villa Pehuenia, el llevarse una gran huella en su corazón prometiendo regresar nuevamente.
Su nombre se debe a los bosques de araucarias araucanas existentes en toda su geografía, también llamados “Pehuenes” por las comunidades mapuches. Esta especie era considerada un árbol sagrado porque por muchos años su semilla, el piñón, fue una importante fuente de alimentación y en la actualidad forma un símbolo y materia prima importante de los principales platos de la gastronomía de la localidad.
Ubicada a 140 km. de Temuco y a 427 km. de Concepción, se accede a la misma por el Paso Icalma, a 1303 mts. sobre el nivel del mar. Se la puede visitar en las cuatro estaciones del año, cada una de ellas con un encanto especial y diferente, ya que se puede observar una gran gama cromática que decora sus paisajes cordilleranos.
Dentro de este marco paisajístico de ensueños, Villa Pehuenia propone a los visitantes y turistas, que buscan un verdadero contacto con la naturaleza, innumerables actividades que se pueden realizar durante las cuatro estaciones del año. Para quienes prefieran elegir este destino en invierno podrán disfrutar del atractivo Parque de Nieve Batea Mahuida con actividades como ski, snowboard, trineos, caminatas con raquetas, entre otras.
El verano enciende los colores que en el invierno la nieve tiñó de blanco. La paleta de colores que se despliega en árboles y flores, en aves y en el entorno, es tan singular como las posibilidades de disfrute que ofrece la Villa para quienes la visitan. Las actividades preferidas por los visitantes son rafting, paseos lacustres, trekking, mountain bike y senderismo por miradores y diversos circuitos a los que se le suman cabalgatas, escaladas y demás actividades al aire libre.
Durante todas las estaciones del año, se puede disfrutar de una amplia e interesante oferta gastronómica, que ofrece los sabores del lugar en sus platos. Desde noviembre a mayo, se puede elegir la pesca en sus distintas modalidades –especialmente spinning y trolling fly casting- en una diversidad de ambientes naturales que son irresistibles para los devotos de esta actividad.
Lagos y lagunas ofrecen aguas tranquilas para navegar en embarcaciones con o sin motor, para completar el itinerario admirando el paisaje y desembarcar en cualquiera de las playas de arena blanca. Si se prefiere la aventura, las rápidas y cristalinas aguas del río Aluminé, permiten la práctica del rafting, con tramos exigentes y otros menos rigurosos, adecuados tanto para los expertos como para quienes desean simplemente pasear por el río.
Ya en tierra, a pie, a caballo, o en bicicleta de montaña, la Villa y sus alrededores descubren sendas que se internan en la montaña, atravesando bosques de araucarias, coihues y lengas, donde solo el silencio se interrumpe por el graznido de algún ave o la cadenciosa melodía de un curso de agua.
En vehículo, las alternativas se amplían. Quienes llegan a Pehuenia no pueden alejarse sin antes visitar algunos de sus rincones más característicos, como Paso del Arco, antiguo paso a Chile (ya desactivado), donde se pueden apreciar bosques puros de araucarias araucanas. Otra opción interesante es el Circuito Pehuenia, un recorrido deslumbrante de 130 km; que abarca los lagos Aluminé, Moquehue, Nonpehuén, Ñorquinco y Pulmarí.
Asimismo el Volcán Batea Mahuida, desde donde se divisan las mejores vistas de la Villa y su entorno, el Paraje la Angostura y sus cinco lagunas, sitio de asentamiento histórico de la Comunidad Mapuche Puel, complementan las opciones imperdibles para vivir las vacaciones de verano en este Edén cordillerano de la Patago