Ubicado a poco más de sesenta kilómetros de la Capital, el delta de Escobar y sus zonas de influencia ofrecen un marco natural de increíble belleza. Escenarios de flora y fauna vírgenes, islas casi desiertas y las aguas imponentes del Paraná de las palmas son postales de un lugar verdaderamente encantador en el que existen muy variadas y excelentes ofertas turísticas. Caminatas, excursiones en botes o kayaks, avistaje de flora y fauna, pesca, safaris fotográficos y paseos en lanchas son algunas de las muy variadas opciones que presenta la zona para el ecoturismo.
Al Puerto de Escobar, sobre el Paraná de las Palmas, se llega por la ruta 25 que atraviesa la ciudad de Escobar y llega hasta la ribera, luego de sortear el puente que cruza el río Luján. Desde allí se toma una barcaza hasta La Juna, a 20 minutos del centro.
Una vez allí, una embarcación puede llevar al visitante al paraíso que propone La Juana. También se puede llegar a La Juana desde el puerto de Tigre, aunque en este caso la navegación demora aproximadamente una hora.
Rodeado de un paisaje salvaje y exuberante, la reserva posee algo más de 60 hectáreas dentro de un área protegida por la UNESCO en las que es hacer largas caminatas, practicar avistaje de aves, jugar a recoocer la amplia variedad de flora local y encontrar huellas de animales como el carpincho y el ciervo de río así como llevar a cabo safaris fotográficos, pescar, hacer canotaje  o simplemente relajarse para gozar de la naturaleza y darle un premio al descanso.
Las cabañas están muy bien equipadas para dos y hasta seis personas, con parrilla propia y cocina. Además de la playa sobre el río también se puede disfrutar de la amplia piscina de agua limpia o realizar excursiones de medio día o día entero con guías bilingües.
En caso de ser necesario, en Reserva La Juana se pueden organizar eventos sociales y empresariales para lo cual se aprovecha la infraestructura de toda esta magnífica reserva donde convivir con la fauna y la flora locales en una experiencia inolvidable.