Los aeropuertos de Moscú y San Petersburgo han reforzado sus medidas de seguridad tras el ataque terrorista registrado ayer por la tarde en el aeródromo internacional de Domodédovo que ya funciona con normalidad, de acuerdo con su programa habitual, según la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia.
La explosión tuvo lugar en el área de llegadas de la terminal internacional, por lo que el Gobierno ha ordenado reforzar las medidas de seguridad en las infraestructuras y terminales de los principales aeropuertos y otros medios públicos de transporte.
El aeropuerto de Sheremetyevo procedió, además, a recibir parte de los aviones que tenían prevista su llegada al de Domodédovo, evacuado parcialmente por las fuerzas de seguridad tras el estallido.
La explosión, ocurrida ayer a las 16:40, hora local, tuvo lugar en el área de llegadas de la terminal internacional de Domodédovo, en la zona común a la que tienen acceso tanto los propios pasajeros como los que esperan a los viajeros, familiares, amigos o conocidos, en el momento en que llegaba una treintena de vuelos, dejando el saldo fatal de 35 muertos y 168 heridos, la mitad en estado grave o crítico; según la información difundida por la cadena rusa de noticias RT. Entre las víctimas, hay extranjeros, en concreto, ciudadanos de Italia, Francia, Eslovaquia y Tadzhikistán.
La potencia de la bomba equivale a entre dos y cinco kilogramos de trilita. Actualmente los investigadores continúan trabajando en el lugar del atentado, examinando los videos grabados por las cámaras de vigilancia del aeropuerto y la documentación que recoge el trabajo desarrollado por el servicio de seguridad de Domodédovo, señala la RT.
El Aeropuerto Internacional de Domodédovo es el más moderno y de mayor tráfico de Rusia, registrando en 2009 cerca de 19 millones de pasajeros. Ubicado 35 kilómetros al sur del centro de Moscú, es uno de los tres principales aeropuertos de la capital rusa junto con el Aeropuerto de Moscú Sheremétievo y el Aeropuerto de Moscú-Vnúkovo. En sus instalaciones operan 76 aerolíneas rusas y extranjeras, y el más utilizado por turistas internacionales y profesionales extranjeros que acuden a la capital rusa.
Paralelamente, tratan de identificar al terrorista que se inmoló. Según las declaraciones de testigos, el criminal era presuntamente un hombre de apariencia árabe, de entre 30 y 36 años de edad, procedente posiblemente del Cáucaso del Norte.
"Los organizadores del atentado suicida serán castigados", declaró el presidente ruso Dimitri Medvédev a través de su m