Un reconocimiento bien merecido
Una de las gastronomías más influyentes desde siempre ha sido la francesa. Por eso no es nada extraño que el pedido para que su cocina sea considerada Patrimonio Intangible de la Humanidad, fuera finalmente aceptado a fines del año pasado por la UNESCO.
Para celebrar este importante logro se realizó una exclusiva celebración organizada por Jaume Tàpies, presidente de Relais & Châteaux y Marc Haeberlin, presidente de Grandes Tables du Monde, bajo el auspicio del presidente, Nicolás Sarkozy.
Evento de características únicas
Los 650 privilegiados comensales pudieron disfrutar de una visita privada al Palacio de Versalles y conocer la Galería de los Espejos antes de pasar a la Galería de las Batallas, donde se celebró la cena.
Este importante nombramiento coincide con la presentación de “La ciudad de la gastronomía”, un proyecto cultural y social que pretende convertirse en centro de referencia de la gastronomía; un lugar para la investigación, la innovación y la historia de la cocina francesa, siguiendo los pasos de otros proyectos como la Cité des Sciences o el Museo de Arquitectura, Danza, Diseño o Música.
Campaña internacional
Apoyándose en este reconocimiento internacional Pierre Lellouche, Secretario de Estado de Comercio Exterior, lanzó la campaña “So French, So Good”, cuyo objetivo es la promoción internacional de los productos alimentarios, el arte de la mesa y el arte de vivir francés.
Esta campaña transmite el mensaje de una gastronomía cálida, innovadora, abierta, accesible y en línea con las tendencias actuales de consumo. Refleja el sentimiento de compartir y convivir durante las comidas, propio de los franceses; la creatividad, en torno a estos valores; la calidad y la diversidad de los productos alimentarios franceses, etc.
La campaña se ha implementado en 2011 en 12 países prioritarios que concentran el 66% de las exportaciones francesas de productos agroalimentarios: España, Alemania, Bélgica, Italia, Gran Bretaña, Suecia, Brasil, China, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Japón y Rusia.
Es también la creación de un Festival mundial de la gastronomía francesa en la celebración del 14 de Julio, así como una presencia en las grandes ferias mundiales y una Casa de la gastronomía francesa que se implementará paulatinamente en los aeropuertos internacionales.