Un atractivo de gran altura
El megaproyecto inmobiliario Costanera Center, con el rascacielos más alto de Sudamérica, símbolo de la pujanza económica de Chile, es también ya el edificio que posee el mirador más alto de la región, un nuevo atractivo turístico en la ciudad de Santiago.
Con una inversión de US$ 600 millones, la iniciativa está compuesta por dos torres de oficinas de 170 metros de altura cada una, el icónico rascacielos de 300 metros, -ya casi listo- una cuarta torre de 110 metros, un centro comercial que ya está operando, y 6.000 lugares de estacionamiento.
Diseñado por el prestigioso arquitecto argentino César Pelli y construido en el corazón financiero de Santiago, un sector bautizado como "Sanhattan" -punto estratégico de la capital donde confluyen los barrios de Providencia, Las Condes y Vitacura- el Costanera Center es una visión obligada de cualquier punto de la capital en un día despejado.
Aparte del centro comercial que ya fue inaugurado, cuando las torres de oficinas estén abiertas albergarán a unas 20.000 personas, lo que seguramente dificultará la movilidad en una zona que no cuenta con una infraestructura peatonal adecuada para recibir esos flujos de viandantes, según los expertos.
El arquitecto Yves Besançon, a cargo del Costanera Center, propiedad del empresario Horst Paulmann, la tercera mayor fortuna de Chile según la revista Forbes, destaca que el rascacielos es una proeza de la ingeniería, con el empleo de tecnologías inéditas en Chile en el proceso de diseño y construcción, así como sofisticados sistemas para soportar los temblores, en el país más s&iacut