El turismo, uno de los principales sectores que está apuntalando a la economía española, ha moderado sus expectativas de crecimiento para este año. De acuerdo a los números que avanzó esta mañana Fernando Conte, presidente de Orizonia (uno de los principales grupos turísticos del país), la perspectiva es de un decrecimiento de entre el 0,3% y 0,4% para 2012. Esto significa un empeoramiento de las expectativas, puesto que a principios de año se calculaba que el sector crecería un 0,2%.
«El factor principal está siendo que la decisión sobre las vacaciones se toma al límite del disfrute», estimó el empresario durante los desayunos de Esade Business School de Madrid. «Esto causa incertidumbre en nuestro sector y es algo que no solía pasar, puesto a que antes podíamos incentivar la decisión de las vacaciones», agregó. Hoy el decaímiento del consumo ha cambiado la forma en la que los españoles toman la decisión de vacacionar.
Conte estimó, además, que la subida del IVA que está proyectando el Gobierno (y que supondría que productos que hoy están gravados apenas con un 8% pasarán a estarlo con un 18%) no impactará en el turismo. Y eso a pesar de que la principal razón para la caída de las perspectivas de este año ha sido la bajada en el cosumo español. «El Gobierno nos prometió un IVA reducido para nuestro sector así que esperamos que no nos afecte», dijo.
El presidente de Orizonia, de todas formas, no descartó la preocupación que existe entre los operarios por esta medida. Así como también por la subida en las tasas portuarias y las tasas turísticas en algunas comunidades autonómicas. «Esto representan trabas al sector; se tiene el concepto de que una subida de un euro o dos no es significativa, pero sí que es relevante y mucho», dijo. De hecho estimó que con una pernoctación cifrada entre los 40 y 60 euros, la rentabilidad es de apenas entre el 3% y 5%.
El empeoramiento de las perspectivas de crecimiento (de un 0,2% a una caída del 0,4%), de todas formas, está por debajo de lo que el Gobierno espera para el PIB general español (que caerá en el entorno de 1,7%). «Hay que tomarse en serio al sector», destacó Conte. De acuerdo a sus estimaciones, el turismo representa el 20% del PIB nacional (contando sectores como la hostelería y los rent-a-car) y emplea al 12% de la mano de obra ocupada. «El turismo puede ser el motor de la recuperación económica», agregó.
Lo que sí se espera es una menor cantidad de viajes de fines de semana entre los turistas españoles -que hoy son el 50% de los turistas que recibe el país-. «Pero el viaje de vacaciones se mantendrá, aunque se deba ir ajustando su presupuesto», estimó Conte. De hecho los últimos datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, indican que el gasto que ha aumentado ha sido el correspondiente a los turistas extranjeros -que componen la otra mitad de quienes llegan a visitar España.
El empresario señaló que los principales retos del turismo pasan por mejorar la eficiencia convirtiendo la infraestructura de muchos de los actuales destinos turísticos; mantener el objetivo en la demanda económica que dejen los turistas y no en su cantidad; apostar a internet como una oportunidad de negocio; y diferenciar a España en las experiencias, no en los destinos. «Vender Pamplona en los países nórdicos no sirve para nada», ejemplificó el empresario. «Hay que vender San Fermín, que es la experiencia».
Las localidades que concentrarán el interés turístico durante este año, estimó Conte, serán las islas Baleares, Canarias y Barcelona. De hecho el empresario destacó que la ciudad catalana es de las pocas que «no necesita del paraguas de la marca España, es un destino mundial». Así, aunque el atractivo nacional sigue siendo aquel del lema «sol y playa», el turismo de costa no será tan demandado esta temporada.