Siguen sin levantar la cabeza
Con cinco millones de desocupados, de los cuales el 75 por ciento son menores de 30 años, España atraviesa uno de sus momentos más difíciles desde hace décadas. Y si bien el turismo sigue siendo una de las más importantes fuentes de ingresos a las alicaídas cajas de las distintas Comunidades, la fuerza viene de la mano de los visitantes extranjeros que durante el 2012 alcanzaron los 58 millones de turistas, alcanzando el tercer mejor resultado de la historia, sólo en 2006 y en 2007, antes de que se iniciase la crisis económica, el Turismo Receptivo pasó esa cifra.
Según los datos avanzados por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en el último ejercicio ha proseguido el fuerte ritmo de entrada de visitantes. No obstante, se frenó en comparación con el año anterior, cuando se produjo un aumento del 7,6%. Soria, que considera que “ha sido un buen año”, destaca que España “ha sido capaz de fidelizar los turistas que llegaron a nuestro país desviados por la denominada primavera árabe y seguir incluso creciendo”.
Teniendo a la vista esos datos, la procedencia de los visitantes a España tuvo un incremento de parte de los ciudadanos de Alemania, Francia y países nórdicos, con variaciones del 4,1%, 6,7% y 6,2%. Por su parte, el Reino Unido se mantiene como la principal potencia a pesar de mostrar un tímido avance del 0,6%, e Italia ocupa la cuarta plaza con una tasa negativa del 4,2%.
En general, las principales Comunidades autónomas de destino de los turistas internacionales han recibido más llegadas que en 2011, a excepción de Andalucía y Canarias, con moderados descensos del 1,7% y 0,8%. Cataluña es la región que mejor evoluciona, con un crecimiento del 9,8%, seguida de Baleares con un 3,6%, Madrid con un 2,1% y Comunidad Valenciana con un 0,1%.
Este movimiento generó un ingreso de divisas que ascendió a los 55.777 millones de euros, un 5,9% más que en 2011.
Los españoles dejan de viajar
Mientras tanto un reciente estudio llevado a cabo por la aseguradora Zurich deja bien a las claras que las actividades de ocio y turismo son las primeras actividades que los españoles dejarían de realizar con el objetivo de reducir gastos. Según demuestra el informe, el contexto de crisis europea afecta considerablemente a los hábitos relacionados con el ocio (71%) y las vacaciones de los españoles (78%), por lo que actividades como ir al cine, viajar, o realizar actividades lúdico-deportivas quedarían reducidas ante una situación de crisis.
En cambio, el estudio señala que los españoles recortarían en último lugar en educación y alimentación básica, con un 2% y un 5% respectivamente. En otros países encuestados la situación es similar a España, siendo el turismo y el ocio gastronómico los principales gastos que recortarían del presupuesto familiar, como es el caso de Alemania, donde el 58% afirma que suprimiría los viajes y las vacaciones.
Caída de la actividad
En lo que respecta a los viajes de los españoles, según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en 2012 se han efectuado 165 millones de desplazamientos, un 0,5% más que en 2011. Los viajes internos se incrementan levemente, mientras que los realizados al extranjero caen. En relación al alojamiento, desciende el uso de establecimientos hoteleros entre los españoles, aumentando el de viviendas propias y de familiares o amigos. Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Castilla y León se posicionan como los principales destinos de estos viajeros, y solo la última muestra una variación negativa.
Pero esos datos no son fiel reflejo de lo que vienen sufriendo los grandes grupos de agencias de viajes y operadores turísticos que se vieron afectados en un 97,7%, los que durante el pasado año registraron un descenso en sus ventas, la mayor parte por encima del 5%, según la valoración turística empresarial de 2012 realizada por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur).
La traducción sobre los resultados ha sido dispar, así mientras un 60,6% ha experimentado un descenso (un 46,2% por encima del 10%), un 39,4% asegura que ha conseguido mejorar algo respecto a las caídas registradas en 2011 gracias a una “drástica” política de reducción de costos. A esto se le ha sumado la pérdida de empleos en el sector que fue de 23.279 puestos de trabajo, ya que las empresas turísticas no han podido aguantar el efecto de la caída de sus márgenes y ventas lo que les ha obligado a ajustar las plantillas para ajustarse a menores nivele