Con infinitas propuestas que incluyen rituales populares, comida tradicional, música, luces y diferentes espectáculos, República Dominicana es el destino ideal en el Caribe para visitar y disfrutar la época de Navidad y Año Nuevo.

“Diciembre es un mes especial para todos los dominicanos, poder visitar el país en esta época es una experiencia muy especial ya que se puede presenciar cómo el país se ilumina para la celebración de nuestras únicas tradiciones navideñas”, afirma Magaly Toribio, Asesora de Marketing del Ministerio de República Dominicana. “Es una excelente época para sumergirse en la cultura dominicana, probar platos exquisitos, disfrutar de numerosos espectáculos en familia y con amigos, y festejar estas fechas al estilo dominicano”.

En las diferentes regiones, los pueblos les dan a las festividades un carácter propio y especial. La decoración navideña alegra los parques y plazas centrales que acogen a grupos de familias y amigos que se reúnen a festejar compartiendo comidas y bebidas con música de fondo.

Las posadas y los aguinaldos son una costumbre que año a año se disfruta en la calle y en las casas. Las posadas son pequeñas peregrinaciones que se hacen durante los nueve días previos a la Nochebuena, donde las personas acompañan un pequeño altar con la imagen de la Virgen María, José y el Niño Jesús que va alojándose en diferentes casas. Durante los aguinaldos de diciembre, las casas son “asaltadas” en las horas de la madrugada por un grupo de vecinos y amigos. Villancicos navideños y merengues alegran el momento, mientras se comparte té de jengibre y galletas.

Santo Domingo es una de las más bellas ciudades del Caribe para pasar las festividades. Su historia y su gran influencia hispana durante la época colonial se reflejan en las numerosas celebraciones religiosas, rituales, espectáculos y tradiciones que tienen lugar en esas fechas, especialmente en Navidad.

Desde principios de diciembre y hasta entrado el Año Nuevo, la Ciudad Colonial se viste de fiesta para ofrecer un calendario de variadas propuestas para grandes y chicos, todos los días. Algunas de las tradiciones religiosas que sobresalen son: visitar los pesebres del convento de Las Mercedes y de la Catedral, escuchar los conciertos navideños en el Convento Dominicano y Las Mercedes y participar en la medianoche del 24 de la tradicional misa de gallo que se celebra en todas las iglesias.

Además, hay otras actividades culturales para disfrutar, como el intercambio de platos navideños el 24 y 31 de diciembre, la tradicional Fiesta del Callejón de Regina, que reúne a los vecinos de la Ciudad Colonial y se extiende hasta el amanecer, el encendido de luces y árboles de la calle El Conde, el árbol de Navidad en Plaza España y el aguinaldo infantil del coro de niños a bordo del Chu Chu tren. En Plaza España, los viernes y sábados hay espectáculos de música y bailes tradicionales.

La gastronomía dominicana también cobra una especial relevancia, con familia y amigos reunidos en torno a la mesa. Para los turistas, es el momento ideal para probar los platos más emblemáticos del país, que fusionan las influencias hispana, taína y africana y que para estas fechas se preparan con especial dedicación.

Entre los deliciosos platillos típicos de la cena de Navidad y Fin de Año se destacan los pasteles en hoja, los moros en guandules, el cerdo asado en puya, el jamón glaseado, el pastelón de plátanos maduros y los quipes. Como postre, pudín de pan dominicano. Peras, uvas y manzanas decoran las mesas y se sirven luego con nueces, gomitas y frutos secos. El ponche, con o sin alcohol, es la bebida que nunca falta en esta época.

Si se quiere un paquete completo y organizado, los hoteles de lujo ofrecen, durante esos días, opciones distinguidas y variadas para compartir la Nochebuena y recibir el Año Nuevo. El 24 y 31 de diciembre hay cenas de gala con menús y cócteles especiales. Muchos hoteles proponen noches de baile y espectáculos temáticos. Los más chicos también disfrutan de su momento único con la llegada de Santa Claus. El Año Nuevo suele recibirse con una mega fiesta que se prolonga hasta el amanecer, normalmente al ritmo del me