Quito conmemora la fiesta popular del Día de los Difuntos
Desde temprano en la mañana, miles de ecuatorianos recuerdan a sus familiares y amigos fallecidos con rezos, vigilias y canciones.
Quito Turismo destaca esta fiesta popular, que fusiona cientos de años de tradiciones y costumbres en una amalgama de ritos católicos e indígenas, donde la fe y la religión cobran vida en un acto de profunda significación.
Los pueblos originarios de Ecuador ya celebraban el culto a los muertos antes de la llegada de los españoles, pero con el cristianismo, la tradición se adaptó al calendario católico. Hoy, las calles cercanas a los cementerios se llenan de vendedoras de flores, estampas y puestos de comida típica, como la colada morada y las guaguas de pan, que reflejan el sincretismo religioso y el mestizaje culinario.
En el cementerio de Calderón, a 30 minutos de Quito, las comunidades indígenas visitan las tumbas de sus seres queridos y allí comparten la comida favorita de los difuntos, como una manera de homenajearlos y comunicarse con ellos, con la creencia de que la muerte es solo un paso hacia otra vida similar a ésta.
La preparación casera de estas comidas brinda además un motivo para que la familia se reúna. Uno de los clásicos del Día de los Difuntos es la colada morada, una bebida de origen aborigen que es también uno de los manjares más tradicionales de la cocina quiteña.
Se prepara a base de maíz negro, mortiño, mora, piña, cáscara de piña, naranja y otras frutas y hierbas. Siempre va acompañada de la también tradicional guagua de pan, que se elabora con harina de trigo y, en algunos lugares, con harina de maíz procesada con granos obtenidos en la primera cosecha realizada en los Andes ecuatorianos.
Las guagas de pan son figuras de masa que recuerdan a los muertos, en especial a los niños (de allí el nombre “guagua”, que significa niño en quechua). Su origen se remonta al siglo XIX. Hoy, se rellenan con dulce de guayaba, higo, chocolate o con pasas con crema pastelera y tomate de árbol.
El Día de los Difuntos en Quito es una experiencia única que transporta a los visitantes al pasado del continente americano. Pasar un 2 de noviembre en la capital ecuatoriana es una imperdible cita con los sabores, aromas y costumbres más auténticas del país.
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