Frío, más frío que otros inviernos. La espuma de mar cubre la rambla de la Brava, hay poca gente por la calle, y las expectativas de los operadores turísticos también son frías.
Esta vez pocos argentinos se animaron a cruzar el Río de la Plata en estos días de vacaciones, y Punta del Este parece vivir un fin de semana más de invierno, con la característica de una ciudad casi vacía.
No es sorpresa para los hoteleros o para los agentes inmobiliarios: ya sabían por las reservas escasas que el invierno era crudo. Lo que sí preocupa fuerte es lo que se espera para la primavera y, fundamentalmente, el verano, con proyecciones que indican una tendencia contractiva.
Octubre es una incógnita no sólo para los argentinos, inmersos ese mes en las elecciones legislativas. Los economistas locales que asesoran a los operadores turísticos les han dicho que nada bueno puede esperarse de la Argentina y que, en todo caso, podrá verse un sinceramiento cambiario que puede empeorar la relación de precios entre los países.
El presidente del Centro de Hoteles de Punta del Este, Fernando Massa, estimó que estas vacaciones de invierno comenzaron con "un nivel de reserva que permite proyectar una ocupación del orden del 40%. Y el presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo Luis Borsari declaró que el sector está "aproximadamente un 20% por debajo de lo que es habitual en esta fecha".
La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, informó la semana pasada al presidente José Mujica y al resto del gabinete que el primer semestre cerró con una fuerte baja de turistas, pero lo que más preocupa al gobierno es que no sólo se dio esa pérdida, sino que aumentó significativamente la cantidad de uruguayos que salieron a hacer turismo, especialmente a realizar compras a la Argentina.
Eso obligó a los centros comerciales a acordar con empresas de crédito para dar amplios beneficios a sus clientes, aunque igualmente las ventas locales se deterioraron.
El movimiento turístico de estas vacaciones es lento y los turistas que llegan se cuidan de gastar, porque la diferencia cambiaria vuelve muy caros todos los productos. El presidente de la Cámara de la Industria Hotelera Turística, Remo 
Monzeglio, no sólo calificó estas vacaciones de invierno como "atípicas" por la caída de reservas, sino que también admitió un futuro inmediato complejo. "No hay una perspectiva de un gran crecimiento y un gran cambio", añadió Monzeglio.
Borsari dijo que a eso se suma una "masiva salida de uruguayos al exterior, fundamentalmente a Buenos Aires, con lo cual ha bajado el turismo interno". Por eso, para el sector el panorama es inquietante. Viajan menos argentinos, los que van gastan menos que el año pasado, hay que dar más beneficios para atraer turistas, y todo en un marco de desaceleración de la economía uruguaya: un combo preocupante para los operadores turísticos, fundamentalmente para los de P