El país que creció de manera astronómica en las últimas décadas, a la par de la mega apertura de sus puertas al mundo (de la mano del estallido multimedia a nivel global), China ahora ostenta otro récord en su haber: el China Duty Free Mall, la tienda libre de impuestos más grande del mundo.
Este centro comercial cuenta con más de 300 marcas internacionales en un predio de casi 100 mil metros cuadrados, y se ubica en la ciudad de Sanya (en el marco de la Bahía de Haitang), a unos 700  kilómetros de Hong Kong,  en la isla tropical de Hainan. Este complejo también consta de tres plantas en pleno centro de la ciudad, y tuvo un costo aproximado de 630 millones de euros. Pertenece al Grupo China Duty Free, que pretende potenciar el turismo de compras en Hainan.

Comprar en casa
Gracias al extraordinario crecimiento económico de las tres últimas décadas, y a la gigantesca población del país, los turistas chinos ya son los más numerosos (98 millones el año pasado) y los que más gastan cuando viajan al extranjero (87.850 millones de euros). Para que parte de ese dinero se quede en casa, las autoridades de Hainan abrieron esta tienda libre de impuestos que ofrece todas las marcas que podrían encontrar en otros países, pero teniendo que recorrer mucha menor distancia y evitando las dificultades idiomáticas.

Expectativas
Para este año, las autoridades de la isla esperan unos 40 millones de visitantes atraídos por sus playas paradisíacas, sobre todo en la Bahía de Yalong, donde se concentran los descomunales complejos vacacionales de las principales cadenas hoteleras del mundo. Uno tras otro, los resorts de Ritz-Carlton, Sheraton, Hilton, Marriott y Le Meridien se suceden, sin ninguna ley de protección de costas que los regule, dejándoles la vía libre para emplazarse en la primera línea de sus siete kilómetros de playa, que, además, es privada para sus huéspedes.

Adiós Hong Kong
Con una media de gasto de 377 euros por visitante, Hainan se erigió como un importante destino turístico de Asia. Pero como los turistas chinos no sólo buscan sol y playa, la isla está incrementando su oferta con otro de los principales reclamos para este tipo de viajeros: las compras de lujo.
En este sentido, la ciudad quiere desplazar a Hong Kong del primer podio en este rubro a nivel local, que fue históricamente el preferido por los turistas chinos para gastar toneladas de dinero en bolsos, trajes, zapatos, y cualquier tipo de prenda o accesorio de marcas reconocidas. Con esta puesta en escena, la isla busca derrocar al famoso destino de lujo para también quedarse con una porción de la torta de los millonarios.

Prueba y éxito
En 2011, a modo de ensayo, dos establecimientos libres de impuestos habían abierto sus puertas en la isla, poniendo a disposición del público todo tipo de artículos de lujo a precios más asequibles, como perfumes, joyas y selectas marcas de alcohol. Su éxito fue tal que el nuevo local de Sanya es siete veces mayor que los anteriores, los cuales ya no podían contener a la enorme cantidad de gente que asistía a sus galerías internas.
Las estadísticas marcan que, desde la implementación de la política “libre de impuestos”, la proporción de turistas de compras pasó de representar un 13,8 por ciento del total de turistas, a un 27,6 por ciento en la actualidad. Con este nuevo complejo de compras, las autoridades esperan que los porcentajes se disparen con mucha mayor fuerza que con los dos primeros intentos de locaciones libres de impuestos.

Todo en grande
China se convertirá pronto en el mayor mercado de cruceros del mundo de acuerdo con Arnold Donald, director ejecutivo de Carnival Corp & Plc.
Las predicciones de Donald cuentan con el apoyo de las estadísticas de la Asociación de Industria de Cruceros y Yates de China. En 2012, el mercado de los cruceros experimentó un rápido crecimiento en el volumen de recepción de 262 buques internacionales, un aumento anual del 17,5 %.
Desde 2013, las compañías internacionales de cruceros han aumentado su inversión en China y esto ha permitido que se duplique el número de buques y se incrementen las rutas y la frecuencia de las travesías. Como resultado, el número de turistas chinos que se embarcaron en un crucero subió en más de un 50 % el año pa