El presidente Barack Obama firmó recientemente la Travel Promotion Act, ley aprobada anteriormente por el Senado y el Congreso estadounidense. De esta manera, el nuevo organismo público-privado se encargará de la promoción turística de esa nación, cuyo presupuesto saldrá en parte de una tasa de 10 dólares que se aplicará a los viajeros extranjeros. La nueva ley será determinante para crear empleos, fomentar los viajes hacia la Unión americana y ayudar a su industria turística, que ha sufrido importantes pérdidas como consecuencia de la crisis económica.
Durante la firma de la flamante ley, el presidente Obama hizo referencia a los grandes recursos turísticos que atesora Estados Unidos, como también a la adecuada promoción de los mismos.
Mediante la nueva ley se pondrá en marcha un consorcio público-privado que administrará el programa de marketing turístico de los Estados Unidos. Los fondos de este consorcio procederán en un 50 por ciento de las aportaciones del sector privado y la otra mitad corresponderá al Gobierno.
Con la nueva tasa turística, implementada recientemente, se espera recaudar cerca de 100 millones de dólares al año.
La nueva tasa se aplicará a los viajeros de países exentos de obtener visado para entrar a los EE.UU. Entre ellos, todos los ciudadanos de la Unión Europea. Por lo tanto, cada viajero que ingresé a la Unión bajo el programa “visa waiver” deberá  pagar la citada tasa, una vez cada dos años.