Pese a considerar al sector turístico como “uno de los motores más importantes de la economía española”, la estrategia del Presidente electo español Mariano Rajoy para revitalizar la balanza financiera local y combatir el desempleo récord, hoy cercano al 23 por ciento, afecta de lleno a la industria.
Durante su intervención en el Debate de Investidura en el Congreso y comunicando la urgencia de emprender una nueva reforma laboral, Rajoy se comprometió a “racionalizar” el calendario laboral para reducir los feriados puentes.
En ese sentido, el mandatario señaló que todos los feriados “menos los muy arraigados en el sentir popular” serán pasados al lunes siguiente de su fecha original, para evitar que se transformen en días no laborables aquellas jornadas entre las fechas conmemorativas y el fin de semana.
Esta decisión está enmarcada en el plan de ajuste que el líder del Partido Popular tiene previsto para reducir durante el 2012 en 16.500 millones de euros el desfase entre ingresos y gastos.

Un golpe de efecto
En este sentido, en la primera quincena de enero Rajoy deberá recibir la respuesta de los agentes sociales a sus propuestas en materia de esta reforma laboral. En este proceso, justificó la medida en pos de fomentar la eficiencia del mercado de trabajo haciendo “compatibles los derechos de los trabajadores con la competitividad”, para lo que ve necesario “abordar los costes” que suponen los puentes para la economía española.
En consecuencia con esta línea de trabajo, las autoridades espa aseguran haber planteado todos los elementos fundamentales para diseñar una nueva política turística, con visión de Estado y que facilite al turismo cumplir con el enorme papel que le corresponde en la recuperación nacional.
No obstante, el sector espera que esta gestión avance en términos de estructura gubernamental y así poder disponer de una Secretaría de Estado exclusiva para Turismo, con dependencia directa del Ministerio de Presidencia.

Repercusiones
Mientras tanto, desde la cartera de turismo afirman que Rajoy tiene muy presente a la industriapara los próximos cuatro años, y que la iniciativa es parte de las “10 medidas de Rajoy para reactivar el sector”.
Desde la vereda de enfrente,  fue Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes y Touroperadores (Ceavyt), quien advirtió que “esta iniciativa poco feliz para el sector, se traducirá en pérdidas económicas millonarias para la industria y el país.”
Asimismo, los agentes piden que se considere como empresa exportadora de servicios a las empresas “que preparan paquetes turísticos en España para venderlos en el extranjero”, señaló Gallego y varios sindicatos ya se mostraron totalmente en contra de esta medida.
Además, representantes hoteleros, de bares y comercios coincidieron que reducir los puentes “no va a incrementar la productividad de los trabajadores” y pronosticaron que habrá una “pérdida de empleo directo y también indirecto em toda la industria”.
Lejos parece haber quedado el discurso alentador donde Rajoy señalaba que “gracias al turismo que es nuestra principal industria exportadora y a la internacionalización de la economía española hoy no estamos en recesión”, y ahora las sensaciones de incertidumbre en España en relación a la actividad dominan la escena.

Nueva estrategia
El próximo Gobierno pondrá en marcha un Plan Integral de Turismo que incluye mejoras fiscales para las empresas, reducción a cargas administrativas, genere mayores posibilidades de crecimiento y desarrollen reglamentaciones unificadas que promete una renovación del sector.
“Potenciaremos la imagen de España como destino de calidad, modernizando y mejorando la red de Oficinas de Turismo de España en el exterior”, reveló el mandatario electo Mariano Rajoy, durante el anuncio del proyecto que tiene como finalidad mejorar la fiscalidad y desarrollar políticas transversales entre todos los Ministerios implicados en el sector.
En una primera instancia, las patronales, cámaras y asociaciones españolas valoraron muy positivamente la consideración de sector “estratégico y prioritario”.
A su vez, entre sus objetivos el plan del Partido Popular pretende favorecer la reconversión integral de zonas turísticas maduras y degradadas.