Medidas de la OMT para viajes aéreos
Entre las principales medidas se encuentra la de aislar al pasajero, comunicar a torre de control y, tras el aterrizaje, desinfectar la aeronave.
Si se registra un enfermo a bordo de un avión, el comandante debe comunicar de forma inmediata el caso a la torre de control del aeropuerto donde vaya a aterrizar, para alertar a los medios sanitarios.
Hasta que no se efectúe el aterrizaje, el pasajero afectado deberá ser aislado, preferiblemente en la zona trasera del avión, y se le debe proporcionar una mascarilla.
Coincidiendo con la información publicada en el portal invertia.com, al llegar al aeropuerto, el avión debe trasladarse a un aparcamiento que no comunique mediante pasarela con la terminal y todos los pasajeros deberán permanecer a bordo hasta la llegada del personal de Sanidad Exterior que certifique la enfermedad del viajero. En caso de que se confirme, éste será trasladado al hospital, y el resto del pasaje será desembarcado por una zona “reservada del aeropuerto”.
Entonces se procede a la desinfección microbiológica del avión, que incluye la limpieza del sistema de climatización y otras partes de la aeronave. El proceso de desinfección dura unas tres horas y media, y al final se emite un certificado con el que la compañía aérea propietaria de la aeronave puede movilizar el aparato.