El ente oficial británico de Turismo, Visit Britain, que cuenta con un presupuesto anual de 30 millones de libras y tiene por objetivo atraer turistas a las islas, ha publicado una detallada guía sobre turistas extranjeros para uso de los hoteleros y tour operadores del país.

El manual oficial, destinado a los trabajadores de la industria turística instruyéndolos sobre cómo atender mejor a las necesidades de los turistas extranjeros que visitan el Reino Unido, ha sido acusado de estereotipar de manera racista a los viajeros a los que pretende complacer.
Para el gobierno británico, a través de su manual oficial sobre cómo manejar a los turistas extranjeros, los rusos "pueden presentarse fríos y no muy abiertos o amables" agregando que "gastan más de lo que pueden pagar".
Esta "nación alta" (continúa el documento) puede sentirse decepcionada por el tamaño de las habitaciones de los hoteles en Londres, por lo cual el manual recomienda que los hoteleros estén que, ante turistas rusos, chequeen que "los techos y las puertas tengan una proporción adecuada". También se los trata de voraces y de "amantes del pan".
China no queda excenta de este manual. Aparentemente, los turistas chinos detestan las historias de fantasmas, las camas que son demasiado suaves y las camas con dosel (porque dicen que generan "encuentros con fantasmas"). De esta manera se refiere a los chinos el manual oficial británico para el trato de turistas extranjeros.
Los indios, según el manual, "tienen tendencia a cambiar de idea con frecuencia", pero no cuando se trata de regatear, práctica que desarrollan "cada vez que ven una oportunidad". Además, "no son conductores confiables", les gusta "hacer preguntas personales incómodas" (pero de buena fe) y se niegan a usar tarjetas de crédito porque atraen la "tentación" y son "difíciles de entender".
Pero los turistas "exóticos" no son las únicas víctimas del prejuicio inglés. Los franceses son "personas reservadas" que "no sonríen ni hacen contacto visual con extraños" pero que, no obstante, "no dudarán en quejarse airadamente si algo no los satisface".
Los alemanes, por su parte, se presentan como "demandantes, agresivos y rudos". Les gusta "planificar por adelantado" y recolectan "información detallada de todas las actividades" además de ser obsesivos de la limpieza.
Los australianos, por su parte, son "sarcásticos", "intolerantes" durante vuelos largos y casi nunca, por una cuestión cultural, dan propinas, "a menos que el servicio sea excepcional".
Periódicos de varios países denunciaron el carácter racista del documento, pero Visit Britain defendió su manual aduciendo que es una parte importante para hacer del Reino Unido un destino privilegiado.
Más de 30 millones de extranjeros visitaron el Reino Unido el añó pasado gastando más de 20 billones de libras, según asegura el ente oficial del turismo b