Las consecuencias del coronavirus en la Argentina
La enfermedad que apareció en China provocó un gran impacto en el turismo emisivo y receptivo de nuestro país.
Durante las últimas semanas, el coronavirus se ha convertido en uno de los principales temas de conversación. Con el paso de los días, van apareciendo nuevos casos en distintas partes del mundo, y las alarmas en nuestro país se han encendido. Si bien la OMS declaró la emergencia sanitaria, Ginés González García, ministro de Salud, dijo en conferencia de prensa que "Argentina no tiene casos y está preparada para identificarlos si aparecieran, con todo listo en el hospital Malbrán".
En Argentina, para las agencias especializadas en turismo chino, la aparición de la enfermedad ha afectado significativamente el negocio. Desde que la ciudad de Wuhan entró en cuarentena, el turismo emisivo se redujo en un 100%, mientras que, en torno al receptivo, se siguen recibiendo visitantes individuales y grupos que hayan salido del país asiático antes del 26 de enero. Los contingentes que tenían que llegar al país en febrero, han sido cancelados.
Federico Di Stéfano, secretario del Consejo Argentino Chino, le contó a Mensajero que "en ambos casos comprendemos a los pasajeros y solo nos queda colaborar y esperar que los diferentes gobiernos puedan tomar las precauciones del caso para evitar que el virus se propague aún más".
El 26 de enero, el gobierno chino emitió un comunicado a través del cual las agencias de turismo deben cesar sus actividades hasta nuevo aviso. Cabe destacar que el virus apareció cerca de la fecha en que se celebra el año nuevo chino, período en que se suele registrar una gran cantidad de viajes en todo el planeta.
Con respecto a las aerolíneas, se han flexibilizado las políticas de cancelación y cambios de fecha para que aquellos que tenían planeado viajar a China no se vieran tan afectados. Mientras que, en Argentina, las compañías aéreas aún están cobrando las penalidades correspondientes: "Al no tener contacto con China, sostienen que no están en la obligación de realizar cancelaciones sin costos. Son políticas internas de cada empresa que, si bien no compartimos, dada la situación, las respetamos y cumplimos", opinó Di Stéfano.