Las ballenas llegaron a Dominicana
Miles de personas visitan cada año Samaná para el avistamiento de estos cetáceos República Dominicana. La temporada de avistamiento de ballenas jorobadas, que cada año atrae a miles de turistas hacia este país, comenzó en las aguas de la Bahía de Samaná, en el noreste, y en esta ocasión los peculiares mamíferos podrán observarse desde tierra, informó el Ministerio de Medio Ambiente local.
Esa cartera abrió el Centro de Observación Terrestre de Punta Balandra, en la provincia de Samaná, lugar que servirá para el avistamiento y la observación de los cetáceos que llegan anualmente desde Islandia, Groenlandia, Canadá y el norte de los Estados Unidos, con el fin de aparearse y dar a luz en estas aguas.
Tras la inauguración de esa sede, dominicanos y extranjeros podrán ver el espectáculo de las ballenas jorobadas sin la necesidad de abordar una embarcación, indicó Medio Ambiente en un comunicado difundido por EFE.
La temporada de observación de ballenas se extenderá hasta el 30 de marzo, agregó la fuente, y precisó que se trata de una de las actividades económicas más importantes para Samaná y toda la costa atlántica de Dominicana, debido a que en ella se involucran propietarios de embarcaciones, hoteleros y el comercio informal.
En los meses de la primavera, el verano y el otoño, las ballenas jorobadas viven en las aguas frías del Atlántico Norte, y en invierno, inician una larga travesía hacia los mares del trópico para reproducirse y luego retornar a su zona de alimentación.
Estos mamíferos marinos miden alrededor de 15 metros y su nombre se debe a la forma de joroba que a menudo presentan en la base de la aleta dorsal.
En diciembre pasado, Greenpeace instó al Gobierno dominicano a combatir la caza de ese animal, autorizada nuevamente en junio por la Comisión Ballenera Internacional, tras 20 años de prohibición.
El coordinador de la campaña de océanos de la organización ecologista en América Latina, Milko Schvartzman, explicó entonces que el país caribeño se adhirió en 2009 a la Comisión Ballenera, pero no ha satisfecho la cuota anual que le otorga voz y voto en las reuniones de ese organismo.
El impago de esa cantidad, de algo más de 10.000 dólares, impidió a República Dominicana oponerse con su voto a la concesión de una cuota de caza anual de nueve ballenas jorobadas a Groenlandia por tres años, aprobada en la reunión celebrada en junio en Agadir (Marruecos).
La caza de ballenas jorobadas con fines comerciales estaba prohibida desde 1966 y la que se practicaba para la subsistencia desde 1986, pero en la reunión de Marruecos, Dinamarca logró autorización para llevar adelante esa actividad en razón de la subsistencia de comunid