Los ataques dejaron 132 muertos y decenas de heridos y además un entendible descenso del número de visitantes por el temor a nuevos atentados. Paris busca volver a su ritmo cotidiano cuanto antes y por esa razón, el Ministerio de Cultura francés, anunció la apertura de algunos de sus museos y puntos culturales más estratégicos, aunque otros lugares, como la reconocida Torre Eiffel, permanecen cerrados a la entrada de los visitantes.