Catorce personas fallecieron en el interior de Río de Janeiro, 13 en Minas Gerais y dos en Espíritu Santo, estados del sureste que han sido afectados por fuertes precipitaciones, informó el Ministerio de Integración Regional.
Algunos números divulgados por el gobierno federal no coinciden con las cifras reportadas por los estados.
El jefe del Ejército, general Enzo Martins Peri, a cargo interinamente del Ministerio de Defensa, recorrió ayer Sapucaia, localidad de Río de Janeiro ubicada en el límite con Minas Gerais.
Los bomberos retomaron en la mañana de hoy las tareas de búsqueda de las entre nueve y 10 personas atrapadas bajo los escombros de casas derribadas por un alud de rocas y barro ocurrido en Sapucaia.
Trece personas ya fueron retiradas sin vida de entre los destrozos de las nueve casas aplastadas por el deslave ocurrido en la madrugada del lunes pasado.
En tanto, las autoridades establecieron equipos de vigilancia en la zona serrana de Río, en ciudades como Nueva Friburgo, donde hoy se cumple un año del inicio de los temporales que dejaron 911 muertos y un número indeterminado de desaparecidos, en la peor catástrofe climática de la historia brasileña.