El miércoles, la Iglesia Católica escogió un nuevo Papa, Jorge Mario Bergoglio, el primer latinoamericano en la historia de la Iglesia. Un hecho que no sólo sorprendió al mundo, sino que también despertó toda clase de especulaciones acerca de cómo podía afectar este nombramiento a la industria turística.
Italia ya comenzó a esperanzarse ante la posible llegada de visitantes latinoamericanos que lleguen a Roma con el objetivo de visitar la plaza San Pedro y presenciar una de sus las misas. “Roma siempre fue sido un destino turístico importante pero esperamos que el nuevo Papa traiga muchos más, sobre todo de América Latina. Un hombre maravilloso ha sido escogido y todos los domingos al mediodía da sus bendiciones a través de la ventana, lo que atrae a muchas personas que vienen a verlo”, explicó el vocero de la Oficina de Turismo de Italia.
Cuando Benedicto XVI, su antecesor, anunció su renuncia, las reservas en los hoteles de la ciudad aumentaron un 10 por ciento y el sitio International Herald Tribune registró un aumento del 60% en las consultas provenientes de Alemania. Actualmente, Latinoamérica representa el 40 por ciento del total de católicos del mundo y la asunción del primer Papa proveniente de esta región del mundo ya representa un hecho más que positivo para el turismo de la ciudad.