El turismo de Cuba se desarrolla en armonía con el medio ambiente
McDade ha expresado, que las personas visitan la isla por las playas y la amabilidad de su población, pero en esta industria competitiva resulta imprescindible proteger el ambiente y ese es uno de los propósitos de un proyecto científico que abarca ese espacio del territorio nacional.
En Villa Clara, una de las cinco provincias que abarca el proyecto, se explotan más de dos mil 700 habitaciones, en seis instalaciones hoteleras, con categorías de tres a cinco estrellas en los islotes arenosos de Ensenachos, Las Brujas y Santa María.
La expansión de la industria sin humo prosigue con el objetivo de totalizar unas cuatro mil capacidades, en el año próximo, en una zona unida a tierra firme por un pedraplén, cuya construcción obtuvo el Premio Iberoamericano Puente de Alcatara, debido a un consecuente cuidado del entorno.
Ha enfatizado en los buenos resultados de la labor iniciada en 1993, cofinanciada por el Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el gobierno de Cuba, orientada a la explotación armónica de los recursos naturales, en el ecosistema del centro norte de Cuba.
El proyecto Sabana-Camagüey abarca una superficie de 75 mil kilómetros cuadrados, de cinco provincias del centro cubano, que incluye la plataforma marina poco profunda y más de dos mil 500 cayos que poseen una gran biodiversidad con especies endémicas y migratorias.