El queso holandés
Los mercados de queso de Alkmaar, Edam y Gouda, que se celebran en los meses estivales, se han convertido en populares atracciones turísticas en Holanda y nos recuerdan los orígenes de un floreciente comercio del queso.
A los holandeses, además, les encanta el queso, ya que comen alrededor de tres kilos al año por persona.
En la ciudad medieval de Alkmaar su pintoresco Mercado de Quesos se celebra desde el remoto 1622. Este año ha empezado el 4 de abril y se repetirá todos los viernes de 10 de la mañana a 12.30 horas hasta el 5 de septiembre en la Plaza Waagplein.
Se trata de una pintoresca puesta en escena para ver cómo se comercializaba el queso hace siglos y representa el principal atractivo turístico de la ciudad. También lo es el Museo del Queso Holandés, situado en los pisos segundo y tercero de la casa de pesaje.
Pero Alkmaar tiene muchos otros elementos de interés: canales, fachadas medievales, numerosos jardines... Y está situada a tan sólo 45 kilómetros de Ámsterdam.
Desde el mismo aeropuerto Schiphol salen trenes directos a Alkmaar. Y también desde la Estación Central de trenes de Ámsterdam.
Edam celebra las recreaciones históricas de su mercado de quesos tradicional los miércoles de verano, de 10:30 a 12:30 de la mañana. Este año las fechas programadas son desde el 2 de julio hasta el 20 de agosto.
Es una actividad que se recuperó en 1989 y que también atrae a numerosos turistas, ya que mantiene viva una interesante parte de la historia de la ciudad. A Edam puede llegarse desde Ámsterdam en autobús (no hay trenes directos).
Sus canales, sus pintorescas e históricas calles y la iglesia Grote Kerk son otros atractivos de la ciudad. La ciudad de Gouda está situada al norte de Rotterdam y es muy famosa por su queso: el Gouda está considerado el queso holandés por excelencia y representa el 60% de la producción quesera de Holanda.
El mercado de quesos de Gouda se realiza los jueves por la mañana, también de 10 a 12 y media de la mañana, desde el pasado 3 de abril hasta el 28 de agosto. El queso se transporta, se comprueba su calidad, se pesa, se determina su precio y se vende. En la casa de pesaje también hay actividades lúdicas.
El queso se utiliza como medida para pesar a los visitantes, te ofrecen información sobre los productos y ponen a prueba tus conocimientos sobre el queso. Y, naturalmente, te permiten probarlo. Los turistas también pueden visitar el Museo del Queso.
Fuente: Expreso