Para ello el gobierno desarrolló un programa en el cual invirtió 200 millones de dólares para levantar la infraestructura necesaria y asegurar la llegada de miles de turistas.
La gran mayoría de los 600.000 turistas que llegan actualmente lo hacen a bordo de los cruceros, sobre todo a la localidad de Labadee, siendo el segundo destino más visitado por este segmento en el Caribe después de las Bahamas, y por encima de su vecina República Dominicana.
A los turistas que optan por el sol, Haití les ofrece 1.700 kilómetros de costas, desde Cornier, en la región de Labadee, pasando por la Côte des Arcadins, un nuevo polo turístico en el centro occidental del país, y Port-Salut, Côtes-de-Fer e Île-à-Vache, una pequeña isla contemplada en los planes de expansión.
El gobierno busca recuperar su rica historia para agregar nuevos atractivos a la actual oferta, y mostrar tesoros como la Ciudadela Laferrière, la mayor fortaleza de América inaugurada en 1820 por el rey haitiano Christophe, o el atractivo cultural de la ciudad de Jacmel, al sureste de Pue