Tras 17 años de construcción Suiza inauguró el Gotthard Base Tunnel, el túnel más largo y profundo del mundo. Sus 57 kilómetros lo hacen el más extenso del planeta por delante del de Seikan, en Japón, de 53,9 kilómetros y el del Canal de la Mancha, con 50. Une Erstfeld con Bodio a través de dos vías ferroviarias simples en la que los trenes alcanzarán velocidades de 250 kilómetros por hora, y harán que el viaje de Milán a Zurich se acorte de las actuales 4 horas a sólo dos horas y media de duración. 
El túnel se encuentra bajo el macizo del Gotardo, a 2,3 kilómetros de profundidad. También es el que más ha costado, ya que se han necesitado 11.000 millones de euros para poder completar esta obra de ingeniería. El 65% del costo se ha cubierto con un impuesto de circulación sobre vehículos pesados que los votantes suizos aprobaron para la financiación del túnel. Se necesitaron cuatro cabezas de perforación gigantes para poder abrir paso al camino entre la montaña. En todo el proceso casi 30 millones de toneladas de roca fueron removidas desde el interior del macizo, transportándolas a través de un ascensor gigante que se ha construido específicamente para esta función. El primer viaje lo realizaron ciudadanos suizos que entraron en el sorteo para tal fin. El segundo estuvo reservado para políticos e invitados de Estado, como la canciller alemana, Ángela Merkel, o el primer ministro de Italia Matteo Renzi.
Suiza espera que con este túnel se impulse la ruta comercial entre Europa del norte y del sur, además de desviar parte del tráfico alpino al ferrocarril y disminuir las emisiones de CO2 y así proteger el ecosistema. No será hasta diciembre de este mismo año que comience el servicio completo y regular del túnel.