Si bien las cantidades no constituyen aún una amenaza a la salud, el informe convoca a las autoridades a realizar controles más estrictos, pues la población y visitantes de la zona serán diez veces mayores en 2030.
“La región tiene que prestar más atención a las prácticas de desarrollo sustentable y minimizar la contaminación”, dijo a Reuters el autor principal del documento, Chris Metcalfe, de la Universidad Trent de Canadá y del Instituto para el Agua, Medioambiente y Salud de la ONU, y añadió que de seguir así se perjudicará el turismo, que calificó como “la gallina de los huevos de oro” para este territorio mexicano.
Publicado en la revista Environmental Pollution, el estudio no estima el costo de limitar la contaminación en la zona, pero llama la atención sobre el hecho de que esta puede haber contribuido, junto con el cambio climático y otros factores, a la pérdida de cerca de un 50% de arrecifes de la costa desde 1990.
Asimismo, el documento alerta sobre la necesidad de “desarrollar y mantener una adecuada infraestructura de tratamiento de aguas servidas”, y recuerda que sólo un 32% de la población en el estado mexicano de Quintana Roo tiene sistemas de tratamiento para el vital líquido.
Entretanto, el la Secretaría de Medio Ambiente de México (Semarnat) anunció que analizará las conclusiones del estudio, para poner la situación en conocimiento de los organismos encargados de la protección de la naturaleza y de la salud.
Según la Semarnat, una de las conclusiones del estudio es que “el sistema acuífero de la península de Yucatán, en el este de México, está contaminado con medicamentos, narcóticos, pesticidas y otros productos químicos, y se sospecha que el principal causante es el sector hotelero”.
Una nota del organismo, citada por EFE, señala a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) como las tres instancias que, “en el marco normativo que los regula”, pudieran tomar medidas en el asunto.
La entidad recuerda que “la península de Yucatán se caracteriza por contar con un suelo altamente calcáreo, así como por tener los mantos acuíferos a muy poca profundidad, por lo que la instalación de drenajes tradicionales ha sido siempre uno de sus principales problemas, que deberá ser tomado en cuenta en cualquier análisis”.