El gobierno canadiense prometió impedir que los delincuentes sexuales viajen al extranjero a abusar niños a raíz de una serie del diario Toronto Star que expuso cuán fácilmente los turistas sexuales canadienses pueden escurrirse entre las rendijas del sistema —y a través de las fronteras.
El ministro de Seguridad Pública, Vic Toews, dijo que el gobierno está preocupado sobre los canadienses que dejan el país para abusar de niños vulnerables y destacó que ya se han tomado algunos pasos para combatir el delito.
“Está claro que se necesitan hacer más cosas para proteger a los niños del atroz crimen del abuso sexual”, manifestó Toews a la Cámara de los Comunes. “Nuestro gobierno está comprometido a proteger a los niños en Canadá y en el extranjero de los delincuentes sexuales. Intentamos llevar a cabo más acciones contra el turismo sexual internacional y, ciertamente, damos la bienvenida al apoyo del Toronto Star”.
Toews no dio detalles sobre qué pasos podría tomar el gobierno. Pero la serie del Star reveló un número de resquicios en un sistema designado para supervisar a los delincuentes sexuales, haciéndoles relativamente fácil viajar al exterior para explotar a los niños. La supervisión de sus viajes es descuidada. Los funcionarios fronterizos de primera línea no tienen acceso a las bases de datos policiales o al registro de delincuentes sexuales. No hay un sistema integrado para seguir la pista y supervisar a los delincuentes sexuales. Y para la policía es difícil el proceso de presentar cargos de turismo sexual.
Y en Canadá, las condenas por turismo sexual son raras. Más de 200 canadienses han sido encontrados culpables en el extranjero de crímenes sexuales contra los niños. Pero en casa —bajo una ley de 1997 que hace posible procesar judicialmente a canadienses por delitos cometidos fuera de las fronteras del país— sólo ha habido cinco fallos de culpabilidad por turismo sexual infantil.
La semana pasada, la policía de Toronto anunció que había presentado por primera vez cargos de turismo sexual. El acusado: James McTurk, de 78 años, tiene programado comparecer el jueves en la corte por una docena de cargos. Se alega que McTurk, ya encontrado culpable en dos ocasiones de cargos de pornografía infantil relacionados con niñas cubanas, viajó docenas de veces a la isla para abusar de niños —algunos de los cuales, alega la policía, podrían ser tan jóvenes como de 4 años de edad.
La UNICEF estimó que hay hasta 2 millones de niños mundialmente involucrados en el tráfico sexual, y Cuba está surgiendo como un destino de elección para los hombres canadienses que buscan sexo con personas jóvenes. Un documento confidencial del RCMP cita a Cuba como un destino principal en las Américas para los turistas sexuales canadienses, y dice que el tema de los “delincuentes sexuales infantiles que viajan es como que mayor de lo que antes se pensaba”.
El informe del 2011, obtenido a través de Acceso a la Información, reconoce que “una respuesta más determinada, pero estratégica, de la policía canadiense podría descubrir a más delincuentes canadienses que comenten delitos sexuales en el exterior”.
El reforzar la respuesta policial del país a los viajes de los delincuentes sexuales, concluye el informe, tomará “recursos adicionales, una más efectiva coordinación y colaboración entre el cumplimiento canadiense de la ley y la policía extranjera, y un mejor mecanismo de información para los canadienses que son testigos de un comportamiento sospechoso en el extranjero”.

Fuente: elnuevoherald.com