El Empire State Building, el edificio más alto de la ciudad de Nueva York, considerado una de las “siete maravillas del mundo moderno”,  cumplió 80 años con su atractivo inalterable de ícono de la arquitectura Art Decó.
En los últimos dos años sufrió un remodelamiento casi completo. Fue modernizado con un presupuesto de u$s 550 millones y reinventado para ofrecer nuevas experiencias multimediales y reducir las emisiones de carbono para su funcionamiento. El presidente Herbert Hoover lo inauguró el 1º de mayo de 1931 y se convirtió en el primer rascacielos del mundo en superar los 100 pisos. Se necesitó del trabajo de 3.400 operarios para levantar esta ambiciosa obra en el tiempo récord de un año y 45 días. Diseñado en sólo dos semanas por las manos expertas del arquitecto William Lamb, el Empire fue fruto de una competencia lanzada por la puesta a punto del Edificio más alto de Manhattan en la cual participaron también los proyectistas del Chrysler y del Trump Building. El Empire State tiene el primer puesto tanto en términos de altura como de elegancia en el diseño: cuenta con 102 pisos, 443 metros de altura, 73 ascensores y 6.500 ventanas. Actualmente trabajan más de 21 mil personas en el edificio. Por todas estas razones es el favorito de los cineastas y turist