Todos los años, millones de turistas visitan el Museo del Louvre, uno de los símbolos mundiales más emblemáticos del arte, para conocer sus pinturas. Sin embargo, en cada recorrido, las miradas se posan con más impacto en una de ellas: La Gioconda de Leonardo da Vinci.

En este sentido, la combinación de ser el museo más grande y el más concurrido del mundo provoca que, en muchos casos, visitarlo se convierta en una odisea. La falta de tiempo y la alta asistencia de turistas generan que muchas veces el Louvre no sea recorrido correctamente, por lo que, se recomienda tener en cuenta ciertas cuestiones para conocerlo sin perderse de nada.

Cabe señalar que el sitio está abierto los lunes, miércoles, jueves, sábados y domingos de 9 a 18 y los viernes de la misma hora hasta las 21.45. Por su parte, los martes está cerrado.

Museo del Louvre.

SELECCIONAR PREVIAMENTE LAS OBRAS FAVORITAS

El Museo del Louvre cuenta con la exposición de 35 mil cuadros, por lo que resultaría imposible recorrerlo en su totalidad en una tarde. En caso de poder asistir únicamente durante pocos días, se recomienda priorizar las obras a visitar, ya que, de hecho, el sitio está dividido por sectores.

Por su lado, La Gioconda se encuentra en la sala de los Estados, la cual no solamente es la más grande, sino que también acumula muchas obras históricas, como Las bodas de Caná, Concierto Campestre, Los peregrinos de Emaús, entre otras.

LA HISTORIA DEL LOUVRE

El museo fue inaugurado en 1793, convirtiéndose en uno de los espacios de disfrute más importantes de la época. A su vez, se encuentra en el Palacio del Louvre, el cual cuenta con 160 mil metros cuadrados.

Por otra parte, en modo de innovación arquitectónica y distinción respecto al resto de los museos, en 1989 se construyó la icónica pirámide de cristal que actualmente funciona como puerta de ingreso.