Charla de Café con Néstor Denoya
El flamante presidente de la Cámara de Turismo de Río Negro analiza las posibilidades de la provincia.
Durante los próximos dos años, presidirá la Cámara de Turismo de Río Negro, ¿cómo lo encuentra este presente?
En un buen momento. Organizamos un buen equipo y encontramos una coincidencia plena con la agenda de la provincia. Algo similar ocurre con Fedecatur, en Buenos Aires. Tenemos un calendario muy lindo de trabajo, que involucra la promoción de los destinos y la mejora en la calidad de los servicios que ofrecen los prestadores.
Desde hace un par de años, se instaló en los medios, y en la industria también, la idea que Patagonia cedió protagonismo, y que el Norte escaló en popularidad. ¿Qué tiene que hacer la región para recobrar el lugar que supo tener en temporadas pasadas?
Primero, no dormirse. Hacer que cada año las provincias patagónicas incluyan un destino nuevo, o un producto original en la promoción, lo que produce que la oferta sea cada vez más grande.
El potencial de la Patagonia no tiene techo. Será clave, por ejemplo, que Bariloche se convierta en un hub, para que podamos repartir los pasajeros para toda la región, y hacer conexiones con el exterior. Por eso vamos a juntarnos con Copa Airlines y las aerolíneas que viajan al Caribe. Tenemos un buen trabajo entre público y privado, aunque hay que ir por más. Es un trabajo diario.
Pero esto no es algo que se pueda hacer en solitario, ¿no?
Claro que no. Lo cierto es que, en el mercado local, cada destino se promociona de manera independiente, siendo Bariloche el que se lleva el mayor rédito. Ahora bien, afuera las acciones las hacemos como “la Patagonia”, porque el turista extranjero no viene a buscar sólo una ciudad. En Fitur, por ejemplo, fuimos todos juntos. Y en ese caso es El Calafate quien recibe el mayor número de turistas, y está bien y es lógico que sea así, porque van en busca del glaciar. Nosotros, cuando eso ocurre, debemos buscar que esas personas se queden una o dos noches en Bariloche. No vemos al otro como un competidor, sino como un socio estratégico
Mencionó que una de las claves para el progreso es el trabajo público-privado. ¿Qué evaluación tiene sobre la flamante gestión de la ministra Arabella Carreras?
Estamos muy contentos, ya que mira al turismo como una industria, que es lo que queríamos nosotros. Lo evalúa con la importancia que se merece, por la generación de puestos de trabajo, el volumen impositivo que significa la devolución hacia las arcas del Estado.
Hablando de Bariloche, puesto que usted es el vicepresidente del Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur), ¿cuál es el balance hasta el momento de la temporada de verano?
Si bien no tenemos los números definitivos, podemos decir que estamos contentos por el nivel de ocupación hotelera que hay, aunque el consumo está por debajo de lo que esperábamos. Pero aún tenemos expectativas, por la llegada de nuevas líneas aéreas de bajo costo, como Flybondi, y el buen nivel de reserva que arrojó el mercado brasilero.
¿Se puede innovar en un destino como Bariloche?
En realidad lo que hacemos es darle valor agregado a lo que tenemos, porque el pasajero que viene busca sensaciones. Por eso, nosotros debemos profesionalizarnos cada vez más y segmentar de mejor manera la comunicación, porque pese a que el mensaje es el mismo, una cosa es el segmento ABC 1 y otra muy distinta es el que viene a vacacionar y aprovecha para salir de pesca o jugar al golf. Y si el prestador de servicio no está a altura de las circunstancias, no se capacita, no da un buen servicio, poco tiempo le queda en el mercado.