Estamos ante la inauguración de una importante obra con capitales argentinos en la ciudad de Colonia, ¿Cómo ve usted esta integración?
La verdad que es muy bueno esto de que haya una conexión permanente en todo lo que tenga que ver con lo comercial, lo turístico, lo económico y lo cultural. Uruguay está apostando mucho al turismo y que inversores argentinos confíen en que se pueden hacer buenos negocios es positivo para todos. 

¿Qué diferencias encuentra entre nuestros dos países a la hora de hacer política? 
Por ser un país más chico y tener menor población Uruguay tiene un ritmo de vida más tranquilo, es cierto, pero creo que tiene un manejo de agenda diferente. La agenda diplomática que está relacionada con las relaciones comerciales y culturales es distinta. No tiene el nivel de intensidad que yo tenía en Buenos Aires cuando ocupaba el cargo de ministro de Seguridad de la Ciudad. Pero, haber logrado recuperar la buena relación entre los dos países fue una cosa muy positiva y, en eso, no tiene que ver mi gestión, sino que se basa en la forma en cómo trabajan los dos presidentes en conjunto, viendo cómo los Gabinetes se pueden complementar y pueden interactuar entre ellos. Esto me facilita mucho el trabajo y hace que me reciban mejor en Uruguay. 

El desarrollo turístico conjunto se está vislumbrando de a poco. Un ejemplo es el tema de los cruceros, ¿no?
Sí. La gente del Puerto de Buenos Aires vino a verme a fines del año pasado. Gonzalo Mórtola, el interventor de la Administración General de Puertos se reunió conmigo para avanzar en el asunto. Ahora mismo están realizando presentaciones conjuntas con el Puerto de Montevideo para desarrollar el trabajo con las compañías de cruceros en la feria Seatrade de Miami. Porque, cuando trabajás con empresas internacionales, al que viene a esta parte del continente le conviene tener distintas alternativas, y ofertas que sean competitivas. 
Se está trabajando muy bien en sociedad. De hecho, por eso surgió una reunión por el desarrollo de la Isla Martín García con los cancilleres y los ministros de Transporte y de Turismo de los dos países. Parece mentira pero Martín García es la única frontera seca que tenemos con Uruguay, así que nos pareció importante que trabajemos en conjunto para promocionar el turismo allí, además de discutir temas de agenda mutua, como el dragado del Río de la Plata. 
Nosotros tenemos muchas misiones turísticas en la Embajada. Por ejemplo, una de las primeras en llegar fue la misión turística de Córdoba, que viene a intercambiar opiniones con operadores turísticos uruguayos; ellos traen la oferta de la provincia y los operadores de aquí hacen lo mismo con sus propuestas locales. Y, este año, ya tengo seis o siete visitas de distintas provincias de nuestro país. Pero, lo importante es, no solamente trabajar sobre el turismo tradicional de los dos países, sino el no tradicional, el alternativo.

Y, en lo personal, ¿cómo vivió el cambio de residencia?
Lo que yo viví siempre es como si nunca me hubiera ido de mi casa. No tuve la sensación de irme a vivir a otro país y, además, en algún punto me siento muy cerca, hasta en la discusión, por las cosas cotidianas, por esto, por aquello… por el fútbol.

¿Carbonero o del Nacional?
Carbonero, he ido a la cancha y los fui a ver muchas veces. Soy hincha fanático de Boca, así que no me quedaba otra que ser de Peñarol