“Ser la segunda ciudad del país es un reto al esfuerzo”
Su conferencia fue una de las más aplaudidas en el último Congreso de Marketing de Ciudades realizado en Rosario. En este diálogo con Mensajero Periódico Turístico, Toni Puig Picart habla de Europa, de los problemas de Latinoamérica y de los Gobiernos, con un estilo único.
Su charla en el Congreso de Marketing de Ciudades no estuvo centrada solamente en Barcelona. ¿Por qué?
He venido varias veces a Buenos Aires, a Mar del Plata, a La Plata y ya he hablado mucho de Barcelona, por eso esta vez no quería hablar de cómo rediseñamos la ciudad. Por eso decidí comparar a dos ciudades que empiezan con B: Barcelona y Berlín. Y he añadido -porque yo siempre cambio las cosas a último momento- 2B + M, o sea Medellín. Decidí contar a la Barcelona de la vida cotidiana, para qué hablar de la ciudad de las postales. Una ciudad tiene que tener calidad de vida cotidiana, no calidad de vida sólo turística. Tuve la suerte de asistir al Congreso pasado en Medellín, que para mí es un destino super importante, porque es la ciudad del mundo que mejor enfrentó, en poco tiempo, a la violencia con éxito.
¿Por qué comparar a esas tres ciudades?
La competencia de Barcelona en Europa es Berlín. Porque es una ciudad que apuesta, como nosotros, por la creatividad. Hamburgo apuesta por los negocios, y sobre todo por el puerto. Londres apuesta, evidentemente, por ser la city de las finanzas y la capital multicultural del mundo. París en estos momentos y lo digo con cariño y pesar, está un poco perdida: ha sido genial, la capital del mundo en el siglo XIX pero en estos momentos yo creo que están haciendo una cosa que es buena, que es reforzar la vida cotidiana de la ciudad. A San Petersburgo la han convertido en una ciudad amable reinventadapor los propios ciudadanos. Pero como ciudades de Europa, la competencia nuestra es Berlín desde hace 15 años, cuando se empezó a consolidar la reunificación.
¿Cuáles son los atributos para comparar ciudades?
Hay un tema que es fundamental: la calidad de vida de la gente. Las ciudades no son de los turistas sino de los ciudadanos. Ellas se deben rediseñar para los ciudadanos. Lo primero es que haya calidad de vida compartida. En las ciudades que son desiguales este atributo no se puede comparar. Este atributo no se puede encontrar en Buenos Aires porque tiene una gran calidad de vida en el centro, pero tiene una periferia muy abandonada que crea una violencia no legítima, pero entendible. La pregunta es cómo Macri va a solucionar un problema de la ciudad, debería ser con más igualdad. Medellín edificó cinco grandes bibliotecas en los cinco barrios en donde había más delincuencia y les devolvió el orgullo de sentirse parte de la ciudad. Durante cuatro años invirtió el 40 por ciento de su presupuesto en cultura y educación y lo consiguieron. ¿Por qué lo consiguieron los de Medellín y no lo consiguen los de Buenos Aires? Porque hay gente inteligente que está adelante, y no boludos que prometen y no lo hacen.
¿Cómo se mide la creatividad?
Odio todas estas mediciones. Estoy contra la eficiencia y contra la eficacia. Estoy cansado de aplicar criterios empresariales a los temas públicos. La eficiencia y eficacia de una ciudad no es homogénea. Yo no puedo medir igual al centro de Barcelona que a su periferia. No puedo medir igual a la gente minusválida que está en Barcelona con la gente que está en las mejores universidades. Hay parámetros distintos y esto me parece un tema clave en lo público. Claro que tenemos que encontrar criterios, por ejemplo: ¿Mantenemos el empleo? ¿Nuestros hospitales y nuestras escuelas están creciendo en calidad de servicios? ¿Los servicios realmente son públicos? ¿Son buenos? Estos son criterios aplicables a todos, que en lo privado funcionan muy bien pero en lo público la eficiencia no existe. La eficiencia es tomar una decisión rápido. En lo público, cuando tomas una decisión la has de consensuar con los ciudadanos, que son muy plurales, y con la oposición, porque sino la consensúas con la oposición, cuando ellos ganen van a dejar por el suelo lo que tú haz hecho. Eso significa perder mucho tiempo, pero cuando lo consigues estás construyendo ciudades de futuro.
¿Cómo ve el desarrollo de las ciudades europeas?
En Europa casi no hay nada más que hacer, ya está construida. El futuro de las ciudades pasa primero por Asia y segundo por Latinoamérica. Tristemente todavía no pasa por África. Pero las grandes innovaciones de ciudades pasan por Asia, por ejemplo Shangai o los Emiratos Árabes, que están encargando a los grandes arquitectos ciudades de 50 mil habitantes sostenibles. Y después ustedes tienen unas ciudades que han crecido desparramadamente, con unas periferias muy desastrosas que necesitan coser el centro con esa periferia, y sobre todo intentar que no aparezcan más estos countries que atentan contra la ciudad. Que son cárceles de ricos.
¿Cómo ve a Buenos Aires?
Es una ciudad super creativa gracias a su gente, pero que ha tenido gobiernos desastrosos que han prometido y no han hecho. Por ejemplo: caso Cromañón. Es impensable que una ciudad no tenga en sus edificios los mínimos de seguridad, eso se llama delincuencia pública. Yo no soy político, pero lo que me interesa de Macri es que como mínimo quiere gestionar. Creo que hay una política de gestión y se le tiene que dar un poco de tiempo. En Rosario tienen un éxito increíble porque ha habido un gobierno durante muchos años que ha trabajado poco a poco, sin hacer ruido, para reconstruir la ciudad. Y al final resulta que un tiempo después la gente de Argentina viene a ver esta ciudad, generan turismo interno para ver una ciudad que vive bien. Hay un problema de equipos de gobierno: que continúen administrando la ciudad durante años, como mínimo ocho o doce años porque los ciudadanos los eligen porque cumplen. El problema es que todos asumen y no cumplen, y aquí no culpo sólo a los políticos sino a los ciudadanos que los votamos. A los 20 años de gestión la gente de las periferias dicen: esta es nuestra ciudad. Cuánto tiempo lleva remodelar una casa, imagínense lo que lleva remodelar la casa de las casas que es la ciudad. Ustedes son entusiastas, son gente inteligente, pero después eligen al peor gobierno yo no sé que les pasa. Argentina necesita un psiquiatra. Uno de los temas claves de la democracia es la alternancia, pero también que los gobiernos cumplan con lo que prometen para que los sigan votando. El caso de Rosario es un ejemplo. Aquí ha continuado un equipo de Gobierno porque están cumpliendo lo que dijeron.
¿Cómo ve al turismo en Barcelona?
Nosotros al turismo lo tenemos desde el año 2000 cuando se produjo una irrupción de visitantes tremenda y ahora estamos saturados. Los habitantes están cansados. Las cosas son muy complicadas. Berlín, Roma, París tienen grandes avenidas, en cambio Barcelona es muy pequeñita y todos nos encontramos en el centro y, claro, nos molestamos. De repente hemos pasado de ser diez a ser doscientos. Nosotros empezamos a trabajar Barcelona en el 79, la puesta en el mundo fue en el 92 pero el reflujo fuerte fue en el 2000. Actualmente vivimos el problema del éxito, de saber manejarlo que lleva al segundo rediseño de la ciudad. Es como una casa, hay que rediseñarla cada 15 o 20 años.
¿A qué apunta el rediseño actual de Barcelona?
Está apuntando a valores. Nosotros queremos ser una ciudad de referencia para los valores humanos que son claves para la vida. Si no hay valores de convivencia, de tolerancia, de libertad, la vida es muy difícil. Apuntamos básicamente a dos: convivencia, porque hemos pasado de tener en el centro de la ciudad un cinco por ciento de inmigración a un 40 por ciento en los últimos cinco años y no nos matamos, pero no es nada fácil. Y también convivencia con los turistas. El segundo valor que debemos tener en cuenta es la creatividad. Nosotros hemos sido siempre una ciudad muy creativa y ahora tenemos problemas de creatividad. Mi intuición es que al subir tanto los alquileres de edificios y casas esto expulsa a los creativos que no pueden alquilar espacios. Barcelona es una de las ciudades más caras de Europa.
¿Qué ve en Rosario?
Yo veo que es la segunda ciudad de Argentina. Yo creo que ser capital de un país es una ordinariez. Porque tienen todo el dinero del Estado. Tienen todos los ministerios, están todas las multinacionales y esto a nivel de gestión es una ordinariez, tienen los recursos, es lo fácil. En cambio, ser segunda ciudad del país, es un gran reto porque tienes que esforzarte para darte a conocer, para lograr los recursos, para captar los del Estado o írselos a robar en nombre de los ciudadanos. Pongo un ejemplo: a mí me parece fuera de lugar que se haya cuestionado en estos últimos días el tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario. Con la excusa de que el dinero de este tren tiene que ir a los pobres o tiene que ir a mejoras de trenes urbanos. Nos toman por estúpidos. ¿Qué ha hecho el Gobierno de la Nación durante todos estos años? Ahora es el momento en que se dan cuenta de que tiene que poner este dinero en otro sitio. No lo pondrán ni tendrán el tren. En España y en toda Europa el modelo de futuro de relación entre ciudades que crecen son trenes de alta o media velocidad y no el aeropuerto. El primer servicio de tren que implementaron en España, que fue Barcelona-Sevilla llevó un alto desarrollo a Andalucía y toda la zona, porque lo primero que quiere la gente hoy en día en el mundo es trasladarse. Ahora han puesto finalmente el tren Barcelona-Madrid. Todo el mundo está encantado con él. Iberia ha bajado el 50 por ciento de su pasaje.
Argentina tiene graves problemas de conectividad. ¿Qué tenemos que aprender del modelo europeo?
El tema en Europa no son las carreteras ni las autopistas, sino los trenes de media y alta velocidad y después, y aquí viene el problema de ustedes que evidentemente no lo han resuelto: una buena red de trenes de cercanías. Yo creo que un modelo de ciudad y de país ha de trabajar con líneas estratégicas modernas para situarlo en la modernidad. Esto lleva a trabajar con los nudos y con los segmentos de ciudadanos menos favorecidos para que haya servicios para todos. Lo otro es populismo.
¿Cuáles son sus consejos para las ciudades latinoamericanas?
Que voten a buenos gobiernos y no a la gente que va al gobierno para meter la mano. Aquí todos tienen grandes ideas pero después el dinero desaparece. Qué les voy a contar yo a ustedes. O hay siempre excusas: la coyuntura, tenemos que construir. Yo creo que ustedes tienen un problema de mentalidad y se los digo con mucho cariño: ustedes creen en el Estado y en la Provincia. Qué horror! Nosotros creemos en los municipios, nosotros creemos en las ciudades. ¿Dónde está la gente? En los municipios ¿dónde deben estar los recursos? En los municipios. La gestión debe estar en los municipios. Aquí en Latinoamérica todo el mundo piensa que el presidente va a llegar a las ciudades y les va a solucionar todo. Pero nunca llegará. Hace 200 años que lo esperan. Si en 200 años no llegó, algo tiene que cambiar. España creció porque tuvimos alcaldes que remodelaron Barcelona, Valencia, Sevilla, Madrid. Se creó una red de ciudades y a partir de esta red es cuando se crean más oportunidades, cuando se estructura el territorio y se crece de abajo hacia arriba. El peor legado español fue que les dejáramos los virreyes. Yo creo que el tema es volver a que entre nosotros busquemos a los mejores para poner al frente de las ciudades para que las gestionen sin miedo, a que inviertan más dinero del que tienen. Y para que los ciudadanos quieran participar debe haber una propuesta de qué modelo de ciudad quieren construir. Y hay un tema muy sencillo: preguntar si están haciendo las cosas bien, y para eso tiene que sentarse con ellos, en los barrios, dejar un poco el despacho para enterarse de lo que piensa le gente.
Trayectoria a la catalana