¿Cómo llegaste a la aviación comercial?
En realidad por casualidad. Cuando terminé mi escuela secundaria en una ciudad chiquita del noreste de Polonia, yo quería estudiar en Varsovia la capital, y después de dar los exámenes de ingreso me aceptaron en una Universidad muy buena, pero con un régimen de estudio que se llama de “no residentes”, con lo cual sólo cursaba los fines de semana. Por suerte fue así, porque mis padres no hubieran podido sostenerme en Varsovia y tuve que buscar trabajo.
Envié mi curriculum a varias empresas que solicitaban gente que supiera alemán, lo que me dio cierta ventaja. Así fue que me respondió Lufthansa, me postulé y fui seleccionado.      

¿Y cuánto tiempo llevas en la empresa entonces?
21 años casi. Empecé en el aeropuerto de Varsovia haciendo el check in. Después hice un management training en Frankfurt, Londres y Varsovia desde donde fui a una ciudad grande del sur de Polonia, Katowice, para asumir como manager para la región. 
Permanecí en Polonia por cinco años y fui transferido a Belgrado, Serbia, en donde me quedé otros cinco años para ir luego a Helsinki, Finlandia, por dos años y medio, antes de venir a la Argentina, hace ya cuatro años.

En cada lugar donde estuviste ¿aprendiste el idioma tan bien como el castellano?
No en todos. En Serbia sí un poquito porque es muy parecido al polaco, porque ambos son idiomas eslavos, pero el Finlandés no, es muy diferente!

¿Qué valores tiene Lufthansa para destacar?
Siempre digo que esta industria no es muy buena para hacer carrera porque es estresante. No se puede planificar y se vive en el día a día, pero, si a uno le gusta estar dentro de esta industria, Lufthansa es la mejor compañía para hacerlo. Es muy predecible, tiene una visión clara de lo que quiere y son consecuentes con lo que prometen. 
Entre esos valores que la diferencian está lo que llamamos “thought-through”, ya que todo está pensado y repensado, nada se deja al azar, nada es fruto de la casualidad. Eso también tiene que ver con la mentalidad alemana, porque son analíticos, muy de mirar hacia el pasado para sacar conclusiones, y entonces proyectar mirando al futuro. Hay mucha reflexión, todo se piensa muy bien y con detalle, no es que se diga “vamos a ver cómo resulta”, todo se prueba, se testea para entonces recién implementarlo. 
Otro valor importante es que no se puede ofrecer a los clientes algo que no esté debidamente preparado dentro de ciertos estándares de calidad. Se busca alcanzar la perfección siempre pensando en el cliente que debe estar en el centro de todo. 
El tercero de esos valores es ser “empáticos”, un aspecto que el alemán debe trabajar un poco, pero se esfuerza. Porque si bien somos muy buenos en todo el aspecto técnico de la operación, somos muy innovadores y exigentes con nosotros, hay que lograr que haya calidez humana en todos los aspectos de la operación. Esos son los valores que trabajamos en la compañía, con algunos que nos salen muy bien como automáticamente por ser una empresa alemana, y otros somos conscientes de que cuestan más, pero trabajamos en eso. 

Acaban de celebrar los 60 años de conectar Alemania con Argentina, ¿cuáles han sido los motivos que unieron estos dos países para sostener por tanto tiempo esa relación comercial?  
Existen varias razones para sostener esa ruta por seis décadas: por un lado está el enorme potencial de Argentina, tanto económico como turístico, que es muy interesante para Alemania y Europa, y al revés. Eso siempre va a existir, lo mismo que la conexión cultural entre Europa y Argentina. Otro tema es la fortaleza de los lazos que unen ambos países por la gran colonia de alemanes que vive en Argentina, y no se puede dejar de mencionar los lazos comerciales, ya que la Cámara Argentino-Alemana ha cumplido los 100 años, lo que la convierte en una de las más antiguas del país y una de las más longevas en el mundo. Esa es una prueba de la gran conexión que nos une. No olvidemos la cantidad de empresas de origen alemán presentes en Argentina desde hace muchísimo tiempo.      
Y, aunque lo mencione en último lugar, los clientes son un factor fundamental, ya que el argentino adora viajar. Es un pueblo muy inquieto, nosotros le damos la posibilidad de viajar y Uds. la toman.  

¿Hacia dónde nos lleva Lufthansa entonces?
Desde Buenos Aires volamos a Frankfurt en uno de los aviones más modernos del mundo, el B744-8 y de ahí a todo el mundo, ya que tenemos más de 100 destinos a Europa y el resto del mundo con muy buenas bandas horarias para conectar. Frankfurt es uno de los aeropuertos con más movimiento de Europa y por eso ofrece muchas opciones para todos los que quieran viajar.    
Nuestra fortaleza es, naturalmente, el continente europeo, pero también Asia, África, Medio Oriente y, hasta algunos clientes viajan con nosotros a Estados Unidos.       
Lufthansa es un puente entre Argentina y Europa desde hace 60 años.     

¿Cuáles son los servicios que ofrecen a los pasajeros una vez que están a bordo? 
Tenemos cuatro clases. Somos la única empresa europea acá en Buenos Aires en ofrecer tanta variedad de opciones. 
La Primera tiene solamente 8 plazas en la cabina, con un servicio muy exclusivo, cómodo y de alta gama y que es muy popular por lo cual está siempre llena. 
Los detalles están pensados hasta el más mínimo detalle, por ejemplo una vez que los pasajeros de Primera Clase están a bordo se cierra la manga que da acceso a esa clase para no molestarlos con los ruidos de los otros pasajeros. Eso es darle la importancia al pasajero.
La Business Class es la más grande ya que ofrece 80 asientos muy modernos, muy cómodos, que se extienden como camas totalmente planas y con un servicio excelente que fue renovado hace poco tiempo y ya no hay carritos para llevar la comida, sino que el servicio es igual a un restaurante. 
Y siempre se llama al pasajero por su nombre. También es muy popular en la ruta a Frankfurt.   
No debemos olvidarnos que para Lufthansa la ruta a Buenos Aires es la más larga que tiene con casi 14 horas de vuelo, unas 13 horas y pico. De ahí la importancia de ofrecer tanto confort a bordo. 
Después está la Clase Premium Economy, que es un producto bastante nuevo ya que hace solo dos años que lo ofrecemos en nuestra flota y si bien es un producto de clase económica es una clase mejorada con asientos especiales que tienen más reclinación, son algo más grandes que las de Económica, hay más espacio entre filas, tiene pantallas individuales más grandes y hay menos asientos por hilera que en la clase económica común. Todos tienen apoya brazos individuales.

¿Con cuántas plazas viaja a Alemania desde Buenos Aires?  
Tenemos 32 plazas, que además permite transportar hasta dos valijas por persona. 
Y la vajilla con que sirve la comida es de loza con cubiertos de metal, además de tener un menú diferente. 
En definitiva es un producto bien diferenciado que no tiene réplica en ninguna otra aerolínea.  
Este ha sido otro gran éxito de Lufthansa ya que fue pensado para aquel pasajero que no se puede permitir el costo de una Business pero necesita mayor confort a bordo con un costo muy inferior. El precio no es tan alto y la oferta de comodidades es mucho mayor. 
Finalmente la configuración de nuestro avión cuenta con 244 asientos de Economy, y siempre sale lleno. 

¿Con qué ocupación están volando?
Tenemos una ocupación promedio del 80, 82% en nuestros vuelos entre Argentina y Alemania. 
Y a pesar de que está muy bien, todavía tenemos margen de crecimiento. Con un avión tan grande (364 plazas) es un resultado muy bueno y estamos muy contentos con la ruta ya que se ubica entre las Top 20 de las rutas intercontinentales de Lufthansa. 
Ayuda a esto que los costos de combustible hayan bajado y los precios están muy competitivos, logrando entre las 4 clases un precio promedio que cubre muy bien los gastos.
¿Qué novedades hay en cuanto a renovación de flota?  
En relación a los aviones de corto radio cambian permanentemente pero sí podemos anunciar que vamos a sacar todos los B737 e incorporamos los más modernos Airbus A320 y A 320 Neo, la última generación de la familia 320. Para la empresa Swiss, que también pertenece al grupo, sumamos los nuevos Bombardier C Series para reemplazar los  Avros, y en cuanto a los aviones de larga distancia la mayor inversión es la compra del Airbus 350 que en diciembre de este año empezaremos a probar para comenzar a volar en enero entre Munich-Delhi y Munich-Boston. Se han encargado 20 en total (con otros 15 posibles) y vamos a estar recibiéndolos hasta el 2020. 
Otra gran inversión es el B777 con un producto totalmente nuevo que se incorporará en 2019. Pero para este 2016 estaremos recibiendo un total de 52 aviones, es decir un avión nuevo por semana, y lo bueno es que podemos permitírnoslo. La situación económica de LH es muy buena y no hace falta endeudarse para renovarse. Lo importante además de renovar la flota es que en la flota existente renovamos el producto. Por esa misma consistencia de la que hablábamos antes, Lufthansa ofrece los productos más modernos en todos los aviones de su flota. Eso es muy importante para los clientes porque si compraron la Economy Premium para ir de acá a Delhi la van a tener en cualquier avión al que suban. 
Todo eso nos ha valido ser reconocida como la Mejor Aerolínea de Europa en vuelos Transatlánticos por Skytrax.

¿Qué otra inversión realizaron?
Terminamos en tiempo record la terminal 2 del Aeropuerto de Munich. Se abrió en abril de este año y era una ampliación necesaria por el incremento de conexiones. Cuenta con 22 nuevos Gates con capacidad para 11 millones de pasajeros, y eso que es un satélite de una terminal!
Es un proyecto muy bien logrado. Y es importante por ser uno de nuestro 4 Hubs más importantes.    

Hablemos del canal de ventas de los agentes de viajes y operadores, ¿cómo está hoy esa relación en el país? 
Está muy bien, más del 80% de nuestras ventas se realiza a través de los agentes de viajes. Sigue siendo nuestro canal de distribución más importante y lo pudimos ver ahora con la celebración de nuestro 60 aniversario ya que lanzamos algunas promociones y recibimos muy buen feedback. Claro que Lufthansa de vez en cuando tiene algunas ideas que no necesariamente son muy populares, pero es el precio que hay que pagar por ser pioneros, innovadores. Hay que convencer, hay que trabajar, hay que darle tiempo a acostumbrarse a la industria. Las discusiones que hubo en cada oportunidad siempre fueron muy constructivas. En definitiva no pasó nada grave. Y me refiero a la decisión de cobrar un fee a quien comprara los tickets fuera del GDS propio de Lufthansa. No significó que se dejara de vender. A nivel mundial hay todavía algunas discusiones, pero también están las soluciones. 
Paso a paso estamos avanzando con eso. 

En esa permanente innovación Lufthansa fue la primera en ofrecer wi fi a sus pasajeros, hoy ¿cómo están? 
Teníamos wi-fi a bordo de nuestros aviones de larga distancia pero ahora también lo ofrecemos en los vuelos de corto alcance, y con el nuevo Airbus A350 vamos a renovar el sistema donde tendremos más ancho de banda, siguiendo una tendencia, no sólo en la industria, sino fundamentalmente entre los clientes ya que todos llegan con su Smartphone, Tablet o notebook y quieren seguir conectados. 

¿Tiene costo el servicio?    
Sí claro. Me acuerdo que cuando lanzamos al principio el Flying Net, tuvimos comentarios de algunos pasajeros que no lo querían porque esas 13 horas de vuelo desconectados les permitía descansar y ahora tenían que trabajar también a bordo. Pero el mundo evoluciona muy rápido y estar conectado es algo tan natural en cualquier lugar. Si hasta en un resort en el Caribe la primera pregunta del huésped es ¿cuál es la clave del wi fi? Si uno está allí de vacaciones!

¿Te gustaría dejar tu huella en tu paso por Lufthansa?
Claro, pero en un mundo tan globalizado y estandarizado no hay mucho lugar a la creatividad. Durante estos años experimentamos algunas cosas interesantes, no necesariamente por mí influencia, y el haber podido celebrar el 60 Aniversario fue algo muy bonito, con un evento muy exitoso. Vivimos cosas interesantes como el 35% y logramos sobrevivir.
Lo importante es que la ruta va muy bien y logramos cambiar de una ruta con algunos problemas a una que está en el Top 20 de la empresa, puedo decir que cuando me vaya lo haré muy contento.