Brasil vivió un 2016 excepcional con los JJOO y paralímpicos en Río de Janeiro, ¿cómo ha sido la experiencia para el Embratur y el turismo de Brasil?
El 2016 fue la culminación de un ciclo de grandes eventos que se realizaron en Brasil y creemos que fueron muy importantes para la imagen del país en el mundo. Sobre todo los Juegos Olímpicos y Paralímpicos porque tienen un alcance muy amplio, con mucha más gente que el Mundial de Fútbol en el mundo que puede seguirlos. Son 5000 millones de personas que vieron cómo un evento de estas dimensiones pudo realizarlo, no solamente un país en desarrollo, sino un país que estaba viviendo una crisis económica y política. Nosotros debíamos superar el nivel de exigencia de la prensa internacional que nos comparaba con Londres o Nueva York que tienen una escala de valores muy diferentes. Eso dificultó en términos críticos, y sobre todo, porque muchos de esos medios de prensa son sensacionalistas, aunque parezca contradictorio, porque son buenos canales de información, pero destacan aquellas noticias que causan impacto, de ahí lo de sensacionalistas.  
Esos medios trabajan en generar respuestas emocionales que nos trajeron más perjuicios que beneficios. Por eso el tema del Zika fue como el bluff del Milenio: tuvimos 1800 personas atendidas en los hospitales de Río, pero ninguno por Zika.  
Y nosotros lo anticipamos desde antes ya que eso estaba relacionado con el cambio del clima porque los JJOO se hacían en nuestro invierno, pero no lo tomaron en cuenta. Eso hizo las cosas un poco más difíciles al inicio pero la victoria fue más importante para nosotros. Repito el evento se realizó en un país en desarrollo con un gobierno democrático, no dictatorial, entonces yo creo que para todo el Hemisferio Sur fue una gran victoria porque nos hace pensar en porqué no poder hacerlo en un futuro en Argentina o Chile, por ejemplo.   

¿Qué cantidad de turistas recibieron entre ambos eventos? 
En los días de los Juegos Olímpicos hubo en Río más de 400 mil turistas extranjeros y un millón y medio de brasileños y calculamos que en todo Brasil hubo más de medio millón de extranjeros. Y era el número esperado ya que no teníamos más capacidad hotelera en la ciudad de Río de Janeiro, aún teniendo el doble de habitaciones que en el 2009, por lo que no teníamos posibilidad de ubicar más gente. Toda la capacidad hotelera fue ocupada entre organizadores y visitantes. 
Fue importante la presencia de turistas norteamericanos, que llegaron incluso en mayor número que los argentinos, y eso fue en parte resultado de haber sacado la exigencia del visado para ese momento, y ese es un camino que tenemos que pensar: bajar las barreras que impidan el ingreso de turistas extranjeros. Esta fue la oportunidad de verificar una tesis que tenemos, tanto nosotros en Brasil como ustedes los argentinos, de bajar la necesidad de visas para permitir el ingreso al país de más turistas. Ese es el camino a transitar.

¿Qué impresión les dejó el Brasil a los visitantes según las encuestas realizadas? 
En esta oportunidad las encuestas han dado resultados muy distintos a las del Mundial de Fútbol ya que en ese momento estuvieron involucradas 12 ciudades del Brasil y ahora, aunque hubo partidos de fútbol en otras capitales, casi todo se concentró en una sola ciudad como Río de Janeiro que tuvo el 80% de las actividades dentro de su radio. Y la evaluación fue muy buena en general con casi un 90% de los visitantes extranjeros que expresaron que desean volver a Río, y en términos de seguridad, que era un tema muy importante que había resaltado en parte la prensa internacional como un punto negativo, la gente se sintió muy segura, en casi un 86 u 88% de los encuestados. El mensaje de la gente fue muy positivo en esos términos, a excepción de la anécdota del nadador americano, que fue un chiste de borrachos, pero siempre es necesario tener uno en estas situaciones! En general creo que sorprendimos y salimos en una posición muy buena en cuanto al turismo, lo que no quiere decir que tengamos todos los problemas solucionados. Lo que pasó es que nos probamos a nosotros y al mundo que podemos. En términos simbólicos es muy bueno saber que pudimos lograrlo y ahora tenemos que continuar en esa senda. Ese es el desafío.

Durante la realización de los Juegos los ministerios de Turismo de Brasil y Argentina firmaron un convenio de trabajo conjunto. ¿Sobre qué se avanzó?
Las ideas sobre las que estamos trabajando son, modestamente, muy buenas. Traer 400 mil brasileños más a la Argentina es muy buena idea, así como llevar 600 mil argentinos más a Brasil sería sumar un millón de personas más a los algo más de tres millones que tenemos hoy. Los brasileños gastan un poco más que el argentino por día, un promedio de 150 dólares, contra los 70 de los argentinos, pero ustedes se quedan un poco más de tiempo. Eso termina compensando la balanza turística entre los dos países. Siempre dependemos del tipo de cambio del momento que va fluctuando, pero lo que importa es que tenemos en conjunto un flujo de 3000 millones de dólares, con la posibilidad de aumentarlo mil millones más. Y como ese dinero se queda en la región se multiplica en el ciclo económico de nuestros países. Además son mil millones menos que van al exterior! Eso se logra con competencia y promoción. 
Otra agenda importante es la de los mercados lejanos, y en estos términos creo que la Argentina se ha puesto al frente. Salió con el tema del IVA para la hotelería, un punto para la Argentina; creo que el hecho de sacarle la visa a los norteamericanos también, que hemos comprobado recientemente con los JJOO, por eso lo estamos hablando con el Ministro Santos y con los embajadores con quienes hemos mantenido reuniones para tocar específicamente ese tema. El caso de Iguazú es emblemático ya que llegado el caso de que un norteamericano vaya a las Cataratas del Iguazú del lado argentino luego no puede cruzar al lado brasileño por la exigencia de la visa! Eso es muy de América Latina. No es congruente y nos retrotrae a los años 70s. Hay que pasar por todos esos problemas, a los que se suman temas de Cancillería y de la política en el marco de las relaciones internacionales lo que lo hace más complejo que sólo el aspecto del turismo. Hay que tomarlo en cuenta y debemos “venderle” la idea a los gobiernos. 

¿Y la búsqueda del turista chino?
Tanto Argentina como Perú están avanzando con los mercados lejanos al querer buscar a los chinos y es muy importante el facilitarle el ingreso a los turistas chinos con cifras claras. La idea del presidente Macri de traer un millón de turistas de ese país con un flujo de ingresos de mil millones de dólares es una buena idea, sobre todo porque importamos muchos productos industriales de la China y creo que hay que equilibrar  la balanza de pagos para no llevarnos a desequilibrios que hagan presión sobre la inflación, sobre el empleo; por eso hay que compensar en el sector de servicios. Estratégicamente es bueno. Si bien hay muchas otras alternativas esas son hoy las más visibles que nos dicen la dirección en la que quieren marchar tanto el Brasil como la Argentina, que es la integración con las economías internacionales. Debemos dejar de lado el discurso ideológico que es vacío, que no tiene nada que ver, porque no hay cómo pagar una cuenta de cualquier esfuerzo social sin tener en cuenta la necesidad de una economía productiva.
En el marco del comercio internacional, en el marco del desarrollo mundial de los países la competitividad y la productividad es lo que hace la diferencia, ya sea en productos industriales, como lo hacen en China y los países de Oriente, o en productos de altísima tecnología como hacen los alemanes o de lujo como hacen los italianos o los franceses, pero al final hay que vender algo para comprar algo. La gente de América Latina debe comprender eso, no se puede comprar nada en un supermercado que tenga un valor que no tenga una contrapartida en una exportación. Hay que entender a la economía ya que es fría pero hay muchos políticos en América latina que son muy emocionales a los que no les gusta esa parte fría de la economía, los datos los números, y así pagamos impuestos muy altos y no somos eficientes y es por eso que debemos cambiar. Nosotros en turismo somos exportadores de servicios, de los pocos, tanto en Argentina como en Brasil que podemos exportar algo que no sean commodities, sean productos naturales o semi procesados. Hay que trabajar en eso y en llevar, no solamente, al sector turístico, sino a la clase política y a toda la población, la idea de que el turismo puede ser más para nuestros países. 

Turismo no es solo placer es desarrollo económico, ¿no?       
Sí, pero necesita más cambios. Necesitamos más participación, que el sector público achique la burocracia para dejar que el emprendedor trabaje y pague menos impuestos, para que la economía se desarrolle. Hacer esto no puede traducirse en costos para la población sino en beneficios.

Se acerca una nueva temporada de verano, ¿Qué espera el Brasil del mercado argentino?
Tenemos fe en que será una buena temporada. El año pasado tuvimos un crecimiento general de unos 300 mil argentinos, no solamente para mi región y mi ciudad, Florianópolis, que es un destino donde la gente por generaciones nos ha visitado porque tiene un encanto familiar, conservador, que lo han convertido en un clásico. Pero hay nuevos destinos en otras partes del Brasil, el nordeste, que creo son muy agradables para el turista argentino. 

Además se han ido sumando conexiones aéreas.
Ahora van a ser 12 ciudades del Brasil las que tengan conexión directa con cuatro ciudades argentinas, ya que se suma Manaos con GOL. No necesitamos para la integración regional al bolivarianismo, necesitamos de compañías aéreas, de buenos hoteles y centros de convenciones. 

¿Cómo harías para que el argentino vuelva a enamorarse de Brasil?
Brasil ahora tiene lo tradicional que la gente ya conoce, creo que verán un Río de Janeiro renovado con hoteles nuevos con descuentos, etc. hay muchas nuevas Posadas y hoteles y algo que ha mejorado mucho es el acceso a internet. Cuando empezó el turismo sólo teníamos las agencias de viajes tradicionales, hoy las agencias de viajes manejan muy bien la comunicación con internet que les permite hacer una asesoría muy personal pero uno puede ver con sus propios ojos todas las posibilidades, está todo tipo de conocimientos disponible al momento. Para nosotros es muy importante trabajar en un tiempo donde la tecnología puede transmitir información que permita comparar precios y todo. Hay un Brasil mucho más grande que gracias a internet podemos entender y visualizar más, lo que facilita mucho la promoción. Lo que falta, tanto en Brasil como en Argentina es difundir al turismo del mundo lo que es secreto, lo que es original, lo que es nuevo, lo que pueden conocer que no sea tradicional. Uno puede buscar aquello que no imaginas que existe. Eso tenemos en Brasil en cantidad porque hay muchos lugares con poco turismo que son muy interesantes y originales.