Un viaje de ida a la un ambiente ecológico
TAM Airlines ha realizado ayer por la tarde, con éxito, el primer vuelo experimental de Latinoamérica utilizando biocombustible de aviación producido a partir del aceite de piñón manso, una biomasa vegetal brasileña. La aeronave fue un Airbus A320 de su flota, prefijo PR-MHF, con capacidad para transportar hasta 174 pasajeros, que está en operación regular en la malla nacional de la compañía, equipado con motores CFM56-5B producidos por CFM International, una joint venture entre GE de los Estados Unidos y Snecma (Safran Group) de Francia.
El vuelo experimental ha tenido las aprobaciones técnicas de los fabricantes de la aeronave, Airbus, y de los motores, CFM, y ha sido autorizado por las autoridades aeronáuticas de Europa – European Aviation Safety Agency (EASA) – y de Brasil – Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC). El vuelo, tripulado por dos comandantes de TAM, despegó del aeropuerto internacional Tom Jobim (Galeão), en Río de Janeiro, sobrevoló el espacio aéreo brasileño sobre el Océano Atlántico por 45 minutos y volvió al punto de origen. Participaron del vuelo, además de los tripulantes, otras 18 personas, entre técnicos y ejecutivos de TAM y Airbus.
El presidente de TAM, Líbano Barroso, destaca: “La realización de este vuelo experimental materializa la participación de TAM en un amplio proyecto de desarrollo de la cadena productiva de ese biocombustible de biomasa vegetal, con el propósito de crearse una plataforma brasileña de biokerosén de aviación sustentable.”
El próximo paso de ese proyecto innovador es la implementación y operación de una unidad de plantación de piñón manso, en escala reducida, en el Centro Tecnológico de TAM en San Carlos (interior del estado de San Pablo, Brasil). “El objetivo de esa unidad será la conducción de estudios de viabilidad técnica y económica para el comienzo de la implantación de una cadena de valor integrada en Brasil, con la intención de producir biocombustible a base de aceite de piñón manso, desde la producción de materia prima hasta la distribución del biokerosén”, dice Barroso. Él afirma que TAM está cumpliendo su compromiso social y de sustentabilidad, pues la producción de ese biocombustible con materia prima brasileña traerá beneficios económicos y sociales importantes, además de contribuir a la reducción relevante en la emisión de gases nocivos al medio ambiente por el sector de aviación.
La biomasa vegetal, fuente del biokeroséne de aviación utilizado en el vuelo experimental, es 100% nacional, oriunda de proyectos de agricultura familiar y de haciendas de tamaño significativo del interior de Brasil, que se dedican a la cultura pionera del piñón manso. Conocido por el nombre científico de “Jatropha Curcas L.”, el piñón manso es una planta que no compite con la cadena alimentaria porque no es apropiada para el consumo humano y animal, pudiendo ser consorciada con pastajes y culturas alimenticias.
Para asegurar la disponibilidad del biocombustible necesario para el vuelo experimental, TAM adquirió, por intermedio de Curcas Brasil, semillas de productores de piñón manso del Norte, Sureste y Centro-Oeste de Brasil, tomó medidas para su transformación en aceite semirrefinado y lo exportó a los EE.UU. donde UOP LLC, empresa del grupo Honeywell, efectuó el procesamiento del aceite de piñón manso en biokerosén y su mezcla con el kerosén convencional de aviación, en la proporción del 50% cada uno.
El vicepresidente de Provisiones y Contratos Internacionales de TAM, José Maluf, resalta que el éxito conquistado hasta esta etapa del proyecto es resultado del trabajo conjunto de diversas empresas: Airbus; GE/CFM International; Curcas Brasil; ABPPM – Asociación Brasileña de los Productores de Piñón Manso y Air BP Brasil, unidad de distribución de combustible para aviación de BP, que importó el biocombustible a base de piñón manso, almacenó, efectuó las pruebas necesarias y abasteció la aeronave. “Realizamos este vuelo con la valiosa colaboración de esos aliados. Creemos que la búsqueda de soluciones sustentables debe ser un esfuerzo conjunto de toda la cadena productiva del sector”, comenta el ejecutivo.
“La iniciativa anunciada hoy permite que TAM y Airbus den un paso más hacia la creación de una cadena productiva. Esto sirve como evidencia del compromiso de la industria de aviación en avanzar hacia las metas de reducción de emisión de CO2 que ella misma definió – crecimiento de la neutralización de carbono a partir de 2020, trabajando para alcanzar el 50% de reducción de CO2 hasta el año 2050”, dijo Paul Nash, responsable de Nuevas Energías en Airbus, también presente en el vuelo experimental. “La flota moderna y joven de TAM es una de las que menos emite carbono en la región y hace que sean posibles iniciativas como la de hoy, mientras abre camino para que el resto de la industria contribuya a la causa.”
Estudios realizados por Michigan Technological University conjuntamente con UOP/Honeywell muestran que los biocombustibles de aviación producidos a partir del piñón manso permiten una reducción del 65% al 80% en la emisión de carbono, en comparación con el kerosén de aviación derivado de pe