Desde el pasado martes 29 de julio los vuelos directos que partan de determinados países (de momento España ya lo anunció a sus autoridades) a aeropuertos de los Estados Unidos estarán sometidos a medidas adicionales de seguridad relativas a los dispositivos móviles y cámaras. La agencia de transporte aéreo (TSA) de Estados Unidos informó de esta nueva medida que afectará a todos los vuelos con dirección a ese país. El objetivo, aseguran, es prevenir atentados terroristas.
El personal de seguridad de los aeropuertos podrá pedir a los pasajeros que saquen sus teléfonos, smartphones, tablets o cámaras de su funda y que demuestren que se encienden correctamente y que tienen batería suficiente.
En caso de no cumplir estos requisitos, los aparatos electrónicos móviles podrán ser requisados y los viajeros no podrán subirlos a bordo del avión para el que hayan comprado pasaje. Las aerolíneas advierten que los dispositivos averiados tampoco podrán ser embarcados.
El Reino Unido no ha tardado nada en bailar al compás que marca su antigua colonia y se ha apresurado a prohibir también la entrada a territorio británico a móviles y tabletas sin batería. Y seguramente muchos más países se les van a sumar.

¿Porqué?
Esta nueva medida ya ha sido duramente criticada por parte del público en general al considerarla un nuevo movimiento que va en contra de la privacidad de los usuarios pero ¿cuál es la verdadera motivación de la TSA para requerir esta medida a los viajeros hacia los Estados Unidos?
A funcionarios de inteligencia de Estados Unidos les preocupan los nuevos esfuerzos de Al-Qaeda para fabricar una bomba que no pueda ser detectada por los filtros de seguridad de los aeropuertos. Aunque hasta ahora no hay indicios de que haya sido fabricada tal bomba o de que exista una amenaza específica para el país.
Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional, ordenó recientemente a la TSA que pidiera medidas de seguridad adicionales a algunos aeropuertos internacionales con vuelos directos a Estados Unidos. La TSA no realiza revisiones en el extranjero, pero tiene la capacidad de establecer criterios y procesos de revisión para vuelos con destino a Estados Unidos desde el exterior.
La TSA no revelará en qué aeropuertos se realizará la revisión adicional, aunque será en algunos con vuelos directos a Estados Unidos ya que son más de 250 aeropuertos internacionales los que tienen vuelos con destinos directos a alguna ci