Los consejos de Administración de las compañías estadounidenses Continental Airlines y United Air Lines se reunieron ayer para acordar el proceso de fusión en una operación valorada en más de 3.000 millones de dólares (2.270 millones de euros), tal y como había sido adelantado. La aerolínea conservará la marca y la sede en Chicago de United. Se espera la aprobación de la autoridad reguladora.
Según la información de agencias internacionales de noticias y darios económicos estadounidenses, los consejos de Administración de las aerolíneas estadounidenses United y Continental aprobaron ayer su fusión. De acuerdo con las informaciones difundidas, el acuerdo establece una fusión entre iguales y se efectuará a través de un intercambio de acciones sin primas.
La compañía resultante, que hasta el momento se da por seguro que utilizará la marca de United, se calcula que será casi un 8% mayor que  Delta Air Lines (DAL) y gestionará el 21% de las plazas del mercado estadounidense frente al 20% que Delta alcanzó con la adquisición de Northwest Airlines en 2008.
La que podría ser la mayor aerolínea del mundo tendría su sede en Chicago y estaría dirigida por el presidente ejecutivo de Continental, Jeff Smisek, mientras que su homólogo en United, Glenn Tilton, presidiría la junta directiva. Se espera que  entre hoy y mañana ambas empresas anuncien su fusión, que todavía tendrá que obtener el visto bueno de la autoridad reguladora.
En 2008 ambas compañías intentaron sin éxito una operación similar. Entonces, las negociaciones entre United y Continental, consideradas tercera y cuarta compañías aéreas del mundo por número de pasajeros, no se llegaron a materializar ante la decisión de Continental de mantenerse como una compañía independiente por considerar que en ese momento el entorno económico era muy arriesgado.