La nueva norma alcanza a "las tripulaciones, los pasajeros, los equipajes, las cargas y correos transportados en vuelos de aviación comercial no regular y/o de aviación general destinados a cumplir un servicio hacia uno o más aeropuertos distintos al de partida, sean éstos nacionales o internacionales", según establece el artículo 1º.
Los controles quedarán a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, que deberá exigir la presentación de la documentación que determine tanto la identidad de los tripulantes y pasajeros, como el detalle de la carga transportado. En caso de que exista algún material sospechoso, la PSA"podrá disponer el registro manual de tales efectos y, de ser necesario, dar intervención a las autoridades competentes del Estado Nacional".
Asimismo, "en caso de existir alguna medida judicial restrictiva –captura, detención, pedido de paradero o comparendo– sobre alguna de las personas a embarcar, ya sean pasajeros o miembros de la tripulación, se deberá impedir su embarque como así también que abandone el lugar hasta tanto se efectúen las comunicaciones correspondientes con el magistrado interviniente, debiéndose labrar las actuaciones de rigor", según el articulado dela Resolución.
Por otra parte, la nueva norma establece que "los vuelos nacionales arribados desde un aeropuerto o aeródromo que no pertenezca al Sistema Nacional de Aeropuertos, y en donde no hubiere presencia efectiva de la PSA, serán controlados al momento de su arribo, debiendo el comandante de la aeronave o su representante operativo presentar ante la autoridad de seguridad aeroportuaria, antes del desembarque de los mismos, el FDG y el MC formalizados en la aeroestación desde la que hubiere partido o hubiere realizado la última escala, los que deberán contar con los datos de la tripulación, los pasajeros, el equipaje, la carga y el correo transportado".
Según establece en los considerandos de la Resolución, el nuevo Procedimiento de control aeronáutico fue analizado por el Comité Nacional de Seguridad Aeroportuaria, que está integrado, además del Ministerio de Seguridad de la Nación, por la Policía de Seguridad Aeronáutica, de la Dirección Nacional de Migraciones, de la Dirección General de Aduanas, de la secretaría de Inteligencia del Estado y de la secretaría de Transporte, entre otros organismos.
El anuncio se da en medio de la discusión por los mecanismo de control que tiene el país para los aviones que ingresan a su territorio, y que muchos sectores vinculan con el crecimiento del tráfico de drogas.