Dos panoramas bien distintos vivieron en las pasadas semanas las aerolíneas norteamericanas que pretenden convertirse en la mayor aerolínea del mundo si finalmente fuera aprobada su fusión. 
El visto bueno se lo dio hace dos semanas, aunque con algunas condiciones, la Comisión Europea, ya que una vez corregidos algunos frentes el nuevo gigante aéreo no entorpecerá la libre competencia, ni perjudicará a los viajeros con una oferta insuficiente o un incremento de los precios.
La compañía resultante deberá corregir varias distorsiones para el mercado si no quiere arriesgarse a una multa de Bruselas. Por un lado deberá liberar una franja horaria o ‘slot’ diario en el aeropuerto de Heathrow (Londres) y, por otro, abrir la competencia para la ruta Londres-Filadelfia. American Airlines, de la misma alianza que Iberia y British Airways, y US Airways son los únicos operadores que ofrecen vuelos directos en ese trayecto.
El resto de rutas no tendrán problemas de competencia, según el análisis del departamento de Competencia de la Comisión que dirige Joaquín Almunia. 
Sin embargo a menos de una semana de dibujarles una gran sonrisa a los integrantes de la futura mega aerolínea, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó el lunes 12 una demanda contra la fusión de las aerolíneas American Airlines y US Airways al considerar que “reduciría sustancialmente la competencia en el transporte aéreo”.

Porqué se dice que no
El Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, dijo que el transporte aéreo es vital para los estadounidenses y que el gobierno del presidente Barack Obama está decidido a “luchar por el interés de los consumidores y asegurar la competencia. Al desafiar el avance de esta fusión, el Departamento de Justicia quiere transmitir que los estadounidenses se merecen algo mejor. Los consumidores tendrán que pagar el precio de esta fusión, con mayores tarifas y menores opciones”, aseguró Holder.
El Departamento de Justicia recordó que AMR y US Airways compiten directamente en la actualidad en más de mil rutas, en un mercado ya de por sí concentrado.
Si se produjera la fusión de AMR y US Airways, cuatro compañías controlarían el 80% del mercado de transporte aéreo estadounidense.
US Airways se desplomaba el martes pasado más de un 10 % en la Bolsa de Nueva York después de que el Departamento de Justicia de EEUU presentase la demanda contra su fusión con AMR, la matriz de American Airlines.
La fusión de AMR y US Airways, que fue acordada en febrero, estaba llamada a culminar un largo proceso de concentración en el sector del transporte aéreo en Estados Unidos, que dejó las rutas en cada vez menos manos, mientras los servicios incluidos en el precio se reducen.
La mega empresa aérea contaría con unos 94.000 empleados, 950 aviones, 6700 vuelos diarios a 336 destinos en 56 países. 
“La fusión, que resultaría en la creación de la mayor aerolínea del mundo, reduciría significativamente la competencia en la aviación comercial en los mercados locales a lo largo de todo Estados Unidos y llevaría a los pasajeros a pagar mayores tarifas y recibir menos servicios”, explicó el Departamento de Justicia.
En opinión de Bill Baer, responsable de la división de antimonopolio del Departamento de Justicia: “Si esta fusión sale adelante, incluso un pequeño incremento en los pasajes, la facturación de valijas o las tasas por cambios se traduciría en un daño de cientos de millones de dólares para los consumidores estadounidenses. Ambas aerolíneas han declarado que pueden tener éxito de forma independiente y los consumidores se merecen el beneficio de que se mantenga la competencia”, añadió el fiscal general adjunto Baer. 
La demanda cuenta además con el apoyo de los fiscales generales de seis estados, entre ellos Texas, sede de AMR, y Arizona, sede de US Airways, así como el Distrito de Columbia. Los otros estados que apoyaron la iniciativa son Florida, Pensilvania, Tennessee y Virginia.

La respuesta 
En un comunicado conjunto American Airlines y US Airways aseguraron que armarán una “defensa vigorosa y fuerte” contra la acción del Departamento de Justicia. “Creemos que el Departamento de Justicia está equivocado en su evaluación sobre nuestra fusión. Integrar redes complementarias de ambas compañías beneficia a los pasajeros y es la motivación para unirnos. Bloquear esta fusión pro competencia niega a los consumidores el acceso a una mayor red y a más opciones”, señalaron.

La génesis
En febrero de este año, AMR, la matriz de American Airlines -en suspensión de pagos desde noviembre de 2011- y US Airways anunciaron un plan para fusionar ambas compañías. Los accionistas de US Airways aprobaron el pasado 17 de julio la propuesta del consejo de administración para su fusión con AA, con el 99% de los votos emitidos.
De hacerse efectiva la fusión, la nueva compañía superaría a United Continental y Delta Airlines. El acuerdo contemplaría un trasvase de acciones en base al plan de reestructuración de AA, que sacaría a la compañía de la protección de bancarrota a la que está sometida actualmente.
Los acreedores de AA se harían con cerca del 72% de las acciones de la compañía resultante, mientras que los accionistas de US Airways obtendrían el 28% restante.
La compañía resultante mantendría el nombre de American Airlines y su sede en Fort Worth (Texas).</d