La IATA pide que no se usen barbijos en los vuelos
Willie Walsh, director general de la asociación, insistió en que se flexibilicen los requisitos en los viajes. Además, presentaron un balance sobre el tráfico aéreo en enero.
En el inicio de 2022, la variante Ómicron cambió los planes del mundo. Lo que parecía un camino en ascenso encontró un freno en los sucesivos contagios que se registraron en muchos destinos. Este escenario fue confirmado por el informe que recientemente presentó la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). "La recuperación del tráfico aéreo internacional y doméstico se desaceleró en enero de 2022 respecto a diciembre de 2021 debido a las restricciones de viaje para contener la variante ómicron en noviembre", indicaron.
Aun así, Willie Walsh, director general de la IATA, explicó que la recuperación de los viajes aéreos continuó en enero, a pesar de encontrarse con un bache llamado ómicron. En este sentido, al analizar por región, el documento indica que las aerolíneas de Latinoamérica registraron un aumento del 157,0 % interanual, lo que significa un repunte respecto a la suba del 150,8 % interanual de diciembre de 2021. "La capacidad de enero aumentó un 91,2 % y el factor de ocupación escaló 19,4 puntos porcentuales, hasta el 75,7%, volviendo a liderar el ranking por 16º mes consecutivo", precisaron desde la IATA.
A su vez, Walsh puntualizó en que en las últimas semanas vieron un cambio importante en las restricciones de viajes por parte de muchos gobiernos de todo el mundo. Incluso, insistió en que es vital acelerar la eliminación de las restricciones para agilizar la recuperación de las cadenas globales de suministro perjudicadas y permitir que las personas normalicen sus vidas. "Un paso para acelerar el regreso a la normalidad es eliminar la obligatoriedad de usar mascarilla en los viajes aéreos", remarcó.
En paralelo, el ejecutivo se refirió a la invasión de Rusia a Ucrania y al efecto que este conflicto tendrá a nivel global. "Se espera que las sanciones resultantes y los cierres del espacio aéreo tengan un impacto negativo en los viajes, principalmente entre países vecinos", explicaron. A su vez, detallaron los cierres del espacio aéreo han provocado el cambio de rutas o cancelaciones de vuelos en algunas de ellas, principalmente en el mercado Europa - Asia, pero también en Asia - Norteamérica. A estas alteraciones se suma el aumento repentino en los precios del combustible y el consiguiente incremento en los costes para las aerolíneas.
“En nuestra última previsión de la industria, el otoño pasado, pronosticamos que las pérdidas de la industria alcanzarían los 11.600 millones de dólares en 2022, tomando como referencia un precio del combustible para la aviación a 78 dólares por barril y un peso del 20 % sobre los costes totales. Desde el 4 de marzo, el precio del combustible para la aviación superaba los 140 dólares el barril", describió. En este sentido, puntualizó en que será difícil para la industria de aerolíneas amortiguar este "enorme" incremento en los costes.