Hacer leña del árbol caído
American Airlines fue noticia en noviembre pasado cuando se declaró en quiebra y decretó la suspensión de pagos a fin de reestructurar su abultada deuda, reducir costos e intentar volver a los carriles de la competitividad.
Hoy el nombre de una de las aerolíneas más importantes de Norteamérica vuelve a sonar en los pasillos de la industria aerocomercial ya que han trascendido diferentes versiones que hablan de interesados en adquirir a la empresa.
Según hizo conocer The Wall Street Journal, American Airlines ha despertado interés tanto de aerolíneas competidoras como firmas de capitales nacionales. Tanto Delta como US Airways, dos líderes del segmento en Estados Unidos, analizan por separado adquirir a su competidora, en situación irregular desde el 29 de noviembre cuando recurrió al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas. Pero a la puja también puede sumarse el interés del fondo de inversión TPG Capital.
Por su parte, Delta ha contratado al grupo Blackstone para que sea su asesor financiero mientras le da forma a la oferta de compra por AMR, la matriz de American Airlines. En paralelo, siempre según el diario financiero estadounidense, US Airways también ha solicitado a sus asesores ayuda para estudiar una posible oferta por AMR.
El caso de la firma de inversión TPG Capital no resulta extraño ya que posee experiencia en la industria del transporte aéreo. También es citada como interesada en adquirir la aerolínea bajo protección de la Ley anti Bancarrota. Los expertos indican, al respecto, que no es inusual que compradores potenciales se acerquen a compañías que atraviesan procesos de reestructuración.
El interés de Delta podría quedar trunco, sin embargo. Después de fusionarse con Northwest Airlines en el 2008, Delta se convirtió en la mayor aerolínea del mundo -hasta el 2010 cuando United Continental se lo arrebatara-, por lo que la adquisición de American Airlines podría encontrarse con la oposición de las autoridades. Sumar AA supondría un exceso de concentración en los mercados que ya opera. Pero la aerolínea con base en Atlanta es optimista ya que a partir de un análisis de las reglas antimonopolio ha asegurado que a cambio de algunas concesiones, la compra de la tercera mayor aerolínea de EE UU tendría “buenas oportunidades” de recibir la aprobación oficial.
La deuda de American Airlines es de 29.550 millones de dólares y sus activos suman 24.720 millones de dólares.