Chipre inauguró el pasado sábado en Larnaca, al sur de la isla, un nuevo aeropuerto ultramoderno, con el objetivo de convertirlo en un importante centro regional de transporte aéreo e incrementar la afluencia de turistas.
La nueva terminal, con un costo de 654 millones de euros, ocupa una superficie de 100.000 m2 y puede recibir 7,5 millones de pasajeros por año, refiere un cable de AFP.
Fue construido por el grupo francés Bouygues y comenzará a operar el próximo martes.
"Es un día muy importante para el desarrollo del turismo y de la infraestructura de la isla en general", dijo en la inauguración el presidente chipriota Demetris Christofias.
El nuevo aeropuerto es cuatro veces más grande que el antiguo, construido en febrero de 1975, ocho meses después de la invasión turca, que en 1974 había dejado al aeropuerto de Nicosia, el único de la isla, en un territorio de nadie.