Una "excesiva e innecesaria precaución" con respecto a la ceniza volcánica puede provocar grandes pérdidas económicas y dañar la actividad área", como ocurrió recientemente en Europa, según el profesor Octavian Thor Pleter, especialista en el campo de la investigación en ingeniería aeroespacial. En ese sentido, el experto de la Universidad de Bucarest, advirtió que es necesario "saber distinguir entre polvo y ceniza volcánica".
De esta manera, el especialista dio a conocer su informe durante una jornada organizada por la empresa LAN Argentina, vinculada a los problemas aéreos que provocaron las cenizas del volcán chileno Puyehue desde abril del año pasado. La conferencia, denominada "Seguridad Operacional en espacios aéreos afectados por cenizas volcánicas", contó con la participación de autoridades de varios organismos aéreos y empresas aéreas.
La charla se llevó a cabo en la Universidad Torcuato Di Tella, situada en el barrio porteño de Núñez, donde estuvieron el intendente de San Carlos de Bariloche, Omar Goye, funcionarios de Río Negro, representantes del Servicio Meteorológico Nacional, de la ANAC y del Ministerio de Defensa. También estuvieron autoridades del Centro Asesor de Cenizas Volcánicas, de la Fuerza Aérea, de Aeropuertos Argentina 2000 y de otras líneas aéreas, se informó.
La conferencia la abrió el gerente general de LAN Argentina, Gustavo Lopetegui, que remarcó "la importancia del trabajo en conjunto y la coordinación de todos los actores involucrados para mantener las operaciones aerocomerciales luego de la erupción del volcán chileno Puyehue". Lopetegui agregó que el trabajo mancomunado permitió mantenerse "41 días operando en Bariloche", a pesar de la presencia de las cenizas volcánicas.
Durante la jornada, se presentó el Plan Estratégico del Organismo, para la medición de ceniza en la atmósfera, actualmente instalado en el aeropuerto de Bariloche, y posteriormente inició su exposición el Profesor Octavian Thor Pleter, quien dicta clases en la Facultad de Ingeniería Técnica de la Universidad Politécnica de Bucarest, Rumania. Su aporte permitió retomar las operaciones aéreas en Europa tras la erupción del volcán Eyjafjallajökull de Islandia en abril de 2010.
Pleter "presentó las conclusiones del trabajo de investigación en cuestiones de seguridad relacionada con la contaminación atmosférica con partículas volcánicas, que fue desarrollado en 2011 con la colaboración de Eurocontrol, Romatsa (Administración de Servicios de Tránsito Aéreo de Rumania) y un equipo de científicos investigadores de la aeronáutica y la investigación espacial del Centro de Bucarest". "Basado en nuestras investigaciones a lo largo de dos años tenemos nuestra propia experiencia para compartir y como científicos tenemos la necesidad de abordar este problema tan complejo para ayudar a la comunidad de la aviación", sostuvo el experto durante la charla. "Con este estudio esperamos contribuir a la seguridad operacional sin tener que comprometer a las empresas cancelando vuelos cuando realmente no es necesario", añadió Pleter, quien aclaró que "no es lo mismo ceniza que polvo volcánico, ya que el segundo es como una bruma que no impide poder volar".
En ese sentido, el profesor remarcó que "la excesiva precaución de las autoridades europeas cuando se produjo lo del volcán de Islandia provocó una pérdida de 3.000 millones de dólares". Asimismo, dio a entender que una situación parecida se produjo en Argentina luego de la erupción del volcán chileno Puyehue, por lo que instó a diferenciar entre ceniza y polvo para no repetir esas experiencias. "Además del país sede del volcán fueron afectadas Noruega y Escocia, pero luego la reacción se extendió. En este mundo mandan los abogados, y a mi mucho no me quieren", deslizó en relación a los intereses en juego. El profesor precisó que en Japón, donde hay mucha actividad volcánica, "no ocurrió nada anómalo al no confundirse las cenizas con los aerosoles volcánicos", al tiempo que explicó que deben distinguirse tres casos.
Ellos son: la nube de ceniza (que derivó hasta en destrucción de motores), la contaminación con polvo volcánico (que puede preocupar a los equipos de mantenimiento) y con aerosol de arena, elemento ante el cual es común volar en lugares como en El Cairo.
Además, advirtió que es fundamental "la limpieza diaria on agua de los motores" de los aviones, ya que muchas veces es más peligroso "el polvo que se acumula en el suelo" que la ceniza volcánica que queda suspendida en el aire. También precisó que "la pista debe tener una concentración de polvo lo más cercana al 0 por ciento" y advirtió sobre el peligro que puede provocar un motor viejo.
Luego, Claudia Campetella, representante del Servicio Meteorológico Nacional y miembro del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Universidad de Buenos Aires, presentó "el Plan Estratégico del Organismo para la medición de ceniza volcánica en la atmósfera". El mismo "comprende la licitación en curso de globos sonda para la medición de estas partículas y receptores de información sobre las mismas, operación de Lidares (actualmente instalados en el Aeropuerto de Bariloche), colaboración con la CONAE en cuanto a los métodos de detección de cenizas, entre otros".
Por último, el gerente de Seguridad Operacional de LAN Argentina, Ricardo Caso se refirió al impacto de las cenizas volcánicas en las operaciones de la compañía y en la actividad aerocomercial en la región y explicó las acciones implementadas por la misma ante esta sit