Un largo camino al cielo
Se realizó la Audiencia Pública Nº 219, no vinculante, en donde siete empresas presentaron sus pedidos para explotar vuelos regulares y no regulares de pasajeros. Primera parte de una extensa nota.
Pasaron casi nueve meses de la última Audiencia Pública en la cual cinco aerolíneas solicitaron más 130 rutas. Esta vez, y luego de varias postergaciones, el pedido fue más ambicioso, ya que siete compañías solicitaron más de 500 rutas (a las que se suman dos que pidieron explotar servicios de carga), con una promesa de invertir cerca de 6 mil millones de dólares y empleo directo a más de 10 mil personas, ante la Junta Asesora de Transporte (JATA). Este organismo tendrá un plazo máximo de 90 días para verificar la capacidad operativa y financiera de las empresas solicitantes y de esta manera evaluar el otorgamiento o no de las rutas.
¿Quiénes son y qué piden?
Por el lado de Norwegian Air Argentina, filial de la empresa noruega que fue creada en enero de este año, disertó su representante en el país, Diego Ferrari. Desde ese lugar solicitaron 75 rutas de cabotaje y 80 internacionales que tienen por objetivo volar en una red que operará rutas de corto, mediano y largo alcance que llegará a más de 100 ciudades alrededor del mundo. El detalle es que esta compañía fue la única que se presentó como modelo low cost: “Nuestra propuesta distingue al resto de las propuestas que hay en el mercado. Nosotros hacemos 40 kilómetros por litro de combustible, mientras que British Airways hace 27 kilómetros. Es sólo un ejemplo de por qué ofrecemos precios accesibles”, explicó Ferrari.
Su hub se centrará en Buenos Aires, pero también tienen rutas desde Rosario, Córdoba y Mendoza. Entre los destinos pedidos hay nacionales, sudamericanos y también rutas con destino a Estambul, Johannesburgo, Oslo, Kiev, Chicago, Dallas, Sydney, Tel Aviv, Copenhague, Moscú y Papeete, entre otros.
Según lo que presentaron ante la ANAC, planean invertir 4300 millones de dólares en un plazo estimado de entre cinco y ocho años. Con respecto a la flota, la misma se compondrá de 70 aviones (que estarán diferenciados en corta y larga distancia) Boeing 787- 8/9, B787-800 WSFP, B737 MAX 8 y Airbus A321Neo LR.
Por otro lado, por segunda vez consecutiva, Avián Líneas Aéreas (Avianca Argentina) solicitó rutas. La compañía (que no hace mucho estuvo en el ojo de la tormenta cuando se la investigó por un presunto conflicto de intereses con la familia Macri), pidió 38 rutas que se complementan con las ya solicitadas en diciembre. La presentación quedó a cargo de Pablo Isolani, gerente de Finanzas de la compañía. El ejecutivo comentó que planean invertir 160 millones de dólares, además de crear 1100 empleos directos y 4500 indirectos. Según explicó, los centros de conexión estarán en Córdoba y Tucumán ya que quieren “descentralizar las rutas y fomentar la interconectividad regional con fines turísticos y de negocios. Vamos a ofrecer vuelos de Tucumán a Lima, Cuzco y Santa Cruz de la Sierra, y de Córdoba a Bogotá y Lima”. Para realizar esta operación contarán con seis aviones ATR 72-600 y dos Airbus 302 ceo. Además de los itinerarios nacionales, proponen otros de orden regional, dirigidos hacia Bolivia, Chile, Perú, Colombia y Brasil. Desde Buenos Aires quiere operar vuelos a Santiago de Chile, Lima, Cusco, Bogotá, Florianópolis, San Pablo y Río de Janeiro. Desde Córdoba a Lima y Bogotá; y desde Tucumán hacia Florianópolis -con escala en Resistencia e Iguazú-, Santa Cruz de la Sierra -con escala en Salta-, Lima e Iquique.
Siete compañías solicitaron más de 500 rutas (a las que se suman dos que pidieron explotar servicios de carga), con la promesa de invertir cerca de 6 mil millones de dólares.
Quienes también se presentó fue el grupo LASA S.R.L que estuvo representado por el gerente de Asuntos Legales, Gustavo Torchia. “Queremos posicionarnos en la Patagonia”, sostuvo Torchia y aseguró que el monto inicial de inversión es de 73 millones de dólares.
Las rutas que solicitó son seis, con base en Comodoro Rivadavia y Neuquén, las cuales incluyen vuelos con siete frecuencias semanales con varias escalas en el sur del país, para lo que adquirirán cinco aviones ATR 42-300. Crearán 175 puestos de trabajo directos y 1950 indirectos.
Royal Class, título comercial de Just Flight S.A., solicitó autorización para “explotar servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros y carga con aeronaves de mediano porte del tipo FAIRCHILD C-26 Metro III (que cuenta con 20 plazas)” y, también solicitó la “concesión para explotar servicios regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros, correo y carga”. En este caso, el pedido es por diez rutas de corto alcance, con base en Buenos Aires. Según declaró su presidente, Miguel Levi, la inversión inicial será de 8 millones de dólares.
Por otro lado, Polar Líneas Aéreas, que estuvo representada por su presidente Daniel Barbosa, planea tener una base operativa en Cuyo, con una base fuerte en Merlo, San Luis. Además de solicitar el permiso para transporte de carga, también requirió rutas para efectuar vuelos combinados de pasajeros operados con DC 10, AIRBUS A-340 y BOEING 737. La solicitud de trayectos por parte de Polar incluye 44 de cabotaje, con diferentes bases, que parten desde Merlo, San Luis y Mendoza, como también Villa Mercedes, Córdoba, La Plata y Buenos Aires. Además solicitó 31 rutas de carácter internacional con origen en La Plata, Mendoza, Córdoba, Rosario y Buenos Aires.
A su turno, en representación de Servicios Aéreos Patagónicos S.A. (SAPSA), Francisco Bunzl hizo fuerte hincapié en la relación entre el transporte aéreo para largas distancias y el terrestre para las que son más cortas y de esta manera lograr una conexión acorde para el pasajero. Esta empresa está directamente relacionada con Vía Bariloche, la cual cuenta con el 90 por ciento del capital. Bunzl sostuvo que la inversión será de 700 millones de dólares.
La empresa solicitó 41 rutas y piensa tener hubs en Rosario, Resistencia y Ciudad de Córdoba. La flota estará compuesta por ocho aviones CRJ200, cuatro B737-800 y cuatro B777-200.
Por parte de ArgenJet S.A. se solicitó la autorización para explotar servicios no regulares internos e internacionales de carga exclusiva utilizando aeronaves de gran porte BOEING 727-200F Cargo. Lo mismo para Emprendimientos Aeronáuticos S.A (SEA), quienes además pidieron explotar servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros, utilizando aeronaves de gran porte del tipo EMBRAER.
Una fuerte ambición
La aparición de Buenos Aires International Airlines llamó la atención en el plano aerocomercial. Para empezar pidió 178 rutas entre las que incluye tramos atípicos como Buenos Aires – Zurich – Shanghai, o Buenos Aires – Praga – Hong Kong. Su CEO, Diego García Laborde, pidió la explotación de las rutas por 15 años, en su hub que se centrará en Ezeiza y Córdoba. Para la primera etapa operarán con 11 aviones de gran porte BOEING 737 o AIRBUS 320, AIRBUS 330/350 o BOEING 767/777/787/747. Según explicó Laborde, los capitales parten de la compañía estadounidense Seabury Capital, que ya se encuentra instalada en Córdoba con su versión Seabury Solution. “Ellos vieron que había oportunidades en Argentina y por eso decidieron invertir”, comentó en una rueda de prensa el CEO quien además agregó que desde el holding le solicitaron que buscaran un grupo local, razón por la cual se unieron al cuestionado Grupo Loioco ya que los dueños (Eduardo y Alfredo Loioco) están vinculados con los ex propietarios de la quebrada Southern Winds.
Los gremios cuestionan
Durante la realización de la Audiencia Pública, los principales gremios aeronáuticos realizaron una gran asamblea en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, en donde debatieron acerca de la incorporación de las nuevas aerolíneas al mercado. En un comunicado expresaron que la expansión, “no podrá ser soportada por el colapsado sistema de seguridad operacional de tráfico y control aéreo”. Además aseguraron que estos nuevos empresarios quieren cumplir con las leyes laborales.
Esto provocó demoras y cancelaciones en estos puntos, algo que no pasó desapercibido en la Audiencia, sobre todo para el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich quien sostuvo: “en lugar de festejar que estamos realizando una nueva audiencia que va a significar más trabajo para todos, no permiten que en estos momentos se pueda volar en Argentina, tomando como rehenes a miles de pasajeros que ahora están varados en los aeropuertos”.
Nota en desarrollo para la próxima edición.
Péguenle a Norwegian
Un informe del HSBC Global Research emitido en julio, afirma que “Norwegian Airlines es débil y la expansión argentina que está explorando es de regulación incierta y económicamente volátil” además de poseer “alto nivel de endeudamiento, bajo nivel de capitalización y liquidez insuficiente”. Por otro lado afirman que “si la empresa no cambia su grado de crecimiento o consigue capitalización adicional, su modelo de negocio no sería sustentable en el largo plazo”. También hizo hincapié en su “alto nivel de endeudamiento (que equivale a 8,3 veces su patrimonio), bajo nivel de capitalización y liquidez insuficiente”. “Mientras nuestras estimaciones anticipan que el resultado operativo se recuperará, no se estiman ganancias debido al peso del costo de intereses. Esto no luce sustentable”, agrega el informe.
A esto se sumaron las duras declaraciones del director de Ryanair, Michael O’Leary, a la revista Travel Weekly quien aseguró: “Norwegian cerrará en cuatro o cinco meses. Se están quedando sin dinero. Están arrastrándose cada día”, y continuó “Norwegian –dijo– tiene grandes pedidos de aviones pero no tienen el dinero para pagarlos”, a lo que el encargado de comunicaciones de Norwegian, Lasse Sandaker-Nielsen, respondió enviando un comunicado a la prensa en la que califica las palabas de O’Leary como un sin sentido. Añadió que “Norwegian ha dado beneficios en los últimos diez años”.