“Mejor no hablar de ciertas cosas…”, cantaba Luca Prodan entre los ’80 y los ’90 y parece que muchas aerolíneas alrededor del mundo van a querer seguir su consejo.
Como si se tratara de una conspiración de calibre internacional, varios directivos de importantes aerolíneas internacionales y de empresas de transporte terrestre, tendrán este año unas fiestas cuanto menos difíciles. A más de uno puede que se le atragante el turrón, pavo o frutas secas ya que son varios los casos de grandes compañías (y por ende países) que enfrentan problemas con sus empleados.

Una mancha más al tigre
Los pilotos de Air Europa, por ejemplo, han confirmado que seguirán de huelga en Navidad, ya que sienten que sus pedidos han sido ignorados.
Luis Crespí, portavoz del sindicato, ha declarado: “no solo no hemos alcanzado un acuerdo para evitar inconvenientes a los usuarios durante estas fechas, sino que ni siquiera hemos obtenido una contestación ante nuestra propuesta”. Según el delegado, la fecha límite para responder a las peticiones sindicales expiraba el 20 de diciembre. Sin embargo, las negociaciones están en una situación delicada, ya que es complicado encontrar un punto en común entre ambas partes. Globalia, propietaria de Air Europa, ha acusado a los pilotos de querer “confundir a la opinión pública”. “Si de verdad lo que busca Sepla (el sindicato) es no perjudicar a los usuarios, lo que tienen que hacer de una vez por todas es desconvocar esta huelga injusta y desproporcionada“, han declarado fuentes de la compañía presidida por Juan José Hidalgo, que afirman que los pilotos viven “en una burbuja de privilegios”.
Y Air Europa no es la única aerolínea española con problemas. La huelga de pilotos de Iberia ya ha afectado más de cien vuelos, lo que contabilizan un total de 12.000 pasajeros (aunque habían tenido éxito en reubicar a los viajeros perjudicados en otras operaciones).
Al respecto, la directora de Relaciones con el Cliente de la línea aérea, Paloma Manzaneque, explicó que Iberia ha habilitado un plan de contingencia consistente en acuerdos con 30 compañías de transporte, Renfe, Alsa y 27 aerolíneas que vuelan a Europa, al continente americano y a Oriente Próximo para poder acoplar a los pasajeros afectados.  De la misma manera, este plan incluye disponibilidad en 9.000 habitaciones en Madrid y sus alrededores. “Nuestra mayor prioridad es que los clientes no sufran especialmente en fechas tan especiales como las de Navidad”, ha asegurado la representante de Iberia, ante una huelga que consideró “injusta”.
Para evitar lo peor, Iberia y el Sepla se reunieron el martes y el jueves de esta semana para tratar de llegar a un acuerdo que evite la huelga convocada por el sindicato de pilotos.
Por su parte, sin salir de territorio ibérico, ya el 15 de diciembre, los 900 trabajadores de Swissport, una de las empresas de asistencia en tierra del aeropuerto de Barajas, habían sido convocados a una huelga indefinida,  por los incumplimientos del convenio colectivo según el comité de empresa,  pero sin provocar la cancelación de vuelos de compañías a las que asiste como Ryanair, Easyjet, Swiss, Delta Air Lines y Emirates, entre otras.

En tierra también
Pero si en el aire hay problemas en España, en tierra no se quedan atrás los dilemas. La Confederación General del Trabajo (CGT) ya ha realizado su anuncio convocando a los trabajadores de Renfe (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) y Adif (Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado) a tres jornadas de huelgas para las fechas de Navidad y Año Nuevo (25, 30 de diciembre y 1 de enero). La justificación de este paro está en el intento de la CGT de manifestar su rechazo a “las segregaciones de los trabajadores y la privatización del servicio público ferroviario”, en un contexto de incertidumbre donde prima el “temor” a que se pierdan puestos de trabajo.
En concreto, sólo al paro del 30 de diciembre estarán convocados los trabajadores de ambas empresas, mientras que el 25 de diciembre y el 1 de enero se dirige estrictamente a los trabajadores de estaciones que gestiona Adif (en este caso los paros se extenderán a la jornada siguiente, ya que se harán desde las 5 am hasta las 00:45 hs).

Francia al rojo vivo
Las huelgas no son sólo problemas de los españoles. En el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, los agentes de seguridad de aeroportuaria no han estado cumpliendo con su trabajo de manera regular, con huelgas en días consecutivos, tras que fracasaran las negociaciones con la empresa con respecto a sus demandas salariales. Christine Hamiani, representante de la Confederación General del Trabajo, calificó de “estériles” las conversaciones efectuadas con los directivos este fin de semana. “Ellos no ofrecieron nada serio”, señaló con dureza la dirigente sindical al ser consultada.
En este caso, los sindicatos, que agrupan a 10 mil empleados de una decena de empresas que se están a cargo de los servicios de revisión de equipajes y control de pasajeros, demandan  tanto aumentos salariales como mejores condiciones de trabajo. Las medidas tomadas por los trabajadores afectaron el tráfico aéreo en los aeropuertos de Lyon-Saint Exupery, Roissy y Toulouse. En Lyon, donde la medida registra un acatamiento casi total, ningún avión despegó el sábado 17 por la tarde, ni el domingo 18 por la mañana.

La región no descansa
Fuera de Europa, los ánimos no están más calmados a pesar de la proximidad de las fiestas. En Brasil ya semanas atrás habían amenazado con un cese a la actividad de la aviación civil para el pasado 22 de diciembre. La intensión de esta medida es la de presionar para obtener un aumento salarial de entre el 10 y el 14 por ciento, frente a la propuesta de las compañías que oscila entre el 3 y el 6 por ciento. Más de dos meses atrás, los sindicatos habían presentado un pliego de peticiones pero las negociaciones no habían progresado.
Por su parte, en Perú los controladores aéreos realizaron una huelga nacional en demanda de mayores sueldos. Los 170 trabajadores de aeropuertos del país entraron en huelga a principios de este mes y se extendió durante 48 horas, en donde los pedidos salariales se le sumaron mejoras en los equipos de comunicación de las terminales. Sergio Salazar, representante del sindicato, explicó que llevan “14 años sin incrementos de sueldos”, y que suelen atender las operaciones de 44 aeronaves, en las horas de mayor actividad, cuando deberían ser sólo 25.
En Uruguay también crecían las amenazas de paro de los controladores aéreos ante el posible “colapso” en el aeropuerto de Punta del Este, durante la temporada estival.
Muchos estarán desesperados para que las fiestas pasen y poder hacer el clásico “borrón y cuenta nueva”, propio del Año Nuevo,  pero aunque el almanaque cambie, los problemas posiblemente persistan si no tienen respuestas concretas, ¿Dónde habrá quedado eso de “Noche de Paz, Noche de Amor…”?